Récord de asistencia en la 56ª edición del Festival Internacional de Cine de Catalunya: El Festival de Sitges
La brisa marina se mezcla un año más con el olor a sangre y azufre en la pequeña localidad catalana de Sitges. En este otoño que no parece otoño, la pintoresca ciudad costera se ha convertido en el epicentro del cine fantástico y de terror una vez más.
El Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, más conocido como el Festival de Sitges, ha desplegado la alfombra roja para su 56ª edición, y los amantes del cine de todo el mundo se han congregado aquí para celebrar una semana de miedo, fantasía y creatividad cinematográfica.
Con una rica historia que se remonta a 1968, el Festival de Sitges ha evolucionado desde sus modestos comienzos hasta convertirse en uno de los eventos más importantes y esperados en el calendario cinematográfico global. Este año promete superar todas las expectativas, ya que durante las 24 horas de preventa (con acceso solo a compradores de packs y abonos) se canjearon y/o vendieron un total de 34.392 entradas, un incremento de más de 10.000 entradas respecto al año pasado.
El festival acogerá los trabajos de realizadores consagrados en el género como es el caso de Álex de la Iglesia, Takashi Miike, Takeshi Kitano… así como las renovadoras propuestas de creadores no tan conocidos. Las secciones Panorama y Noves Visions dan cabida a títulos que apuestan por la experimentación, los nuevos lenguajes y formatos y la hibridación de géneros, mientras que las populares maratones Midnight X-Treme harán las delicias de los fans más ávidos de sangre y gore.
Fotograma de Sleep de Jason Yu
Caminado bajo un calor asfixiante, nos dirigimos a nuestra primera película del certamen. El Auditori Meliá Sitges, con capacidad para 1.380 espectadores, acogía la proyección de “Sleep”, producción surcoreana del realizador Jason Yu. La trama de la película gira en torno a una mujer embarazada que comienza a preocuparse por los inquietantes hábitos de sueño de su esposo. Lo que comienza como un simple sonambulismo se convierte rápidamente en un comportamiento amenazador y grotesco que pone en peligro su vida y la de su hijo por nacer.
Una atmósfera de tensión constante recorre la película, la sensación de claustrofobia y paranoia se intensifica a medida que los eventos se desarrollan y el misterio detrás de los trastornos del sueño del esposo se comienza a revelar. Sirviéndose del trasfondo fantástico, la película ahonda en las relaciones de pareja. Un film que parece haber gustado bastante en el festival y que tendrá su estreno en las salas españolas.
Park Hoon-jung y Kim Seon-Ho, director y actor de The Childe
Tenemos la obligación autoimpuesta de ver todas las películas coreanas del festival, por lo que, sin tiempo para nada, bajamos la pronunciada pendiente del Auditori, camino a otra de las míticas sedes del festival, el cine Retiro. Acudimos de rodillas con los brazos abiertos a la proyección de “The Childe”, del realizador surcoreano Park Hoon-jung. La trama nos presenta a Han, un boxeador filipino que lucha en combates ilegales para pagar el tratamiento médico de su madre enferma. Cuando recibe una oferta misteriosa para visitar a su padre surcoreano, un hombre rico al que nunca ha conocido, accede en un intento desesperado por mejorar la situación de su familia. Sin embargo, tan pronto como pone un pie en Corea del Sur, su vida da un giro aterrador.
Un thriller apabullante, lleno de escenas electrizantes y un montaje frenético, marca de la casa. Peleas, persecuciones, explosiones… los elementos habituales del cine de acción coreano que hace las delicias de los fans del género.
Nuestra siguiente película se proyectaba a la 1 de la mañana. Café en vena para tomar la energía necesaria para subir de nuevo al Auditori, ocupado a medio aforo por las intempestivas horas. Allí nos esperaba “God is a Bullet”. Thriller ultraviolento del director de “El diario de Noah, Nick Cassavetes. Sí, han oído ustedes bien, los cambios que da la vida, el destino se burla de ti. Sorpresa absoluta e inesperada, aunque con el apabullante tráiler de la película ya nos lo imaginábamos. Cuando el detective Bob Hightower ve como una secta satánica asesina a su exesposa y secuestra a su hija, deja su trabajo y se infiltra en el culto, donde se entrega a la persecución de su carismático líder junto a otra integrante, Case Hardin, que también busca venganza.
Una historia con reminiscencias de Mad Max, Cobra y otros thrillers de los ochenta. Magnética y cautivadora, su extenso metraje de 156 minutos no resulta tedioso. Las imperfecciones de la película no hacen sino certificar que se trata de un producto visceral y con personalidad. Es de agradecer una explosión de honestidad en una industria cada vez más artificial y sin alma.
Se acaba día y nos vamos a descansar con la sensación del deber cumplido. Mañana, más.
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