Marta Pazos inaugura la instalación ‘Matria’ en la 15ª Cuadrienal de Praga
- Matria, que se podrá visitar hasta el 18 de junio en la Galería Nacional de Praga, es una instalación plástica inmersiva en color amarillo flúor, con la que Pazos continúa su investigación sobre el color, que habla sobre el encuentro y el empoderamiento femenino.
La artista visual, escenógrafa, directora de escena de teatro y ópera gallega Marta Pazos ha dado a conocer este jueves, en la15ª Cuadrienal de Praga, su nueva creación, la instalaciónMatria. La propuesta, seleccionada por el Pabellón Internacional de la que se considera la exhibición internacional de escenografía y arquitectura teatral más grande y significativa de su género en todo el mundo, se podrá visitar hasta el 18 de junio en la Galería Nacional de Praga. La pieza forma parte de la secciónFragments II. Magic of Scalede la muestra, cuya comisaria es la escenógrafa Klarà Zieglerová.
Matriaes una instalación plástica inmersiva en color amarillo flúor, con la que Pazos continúa su investigación sobre el color, que habla de la conexión entre diferentes dimensiones y en la que el público ha de introducirse para descubrir una vulva de tres metros y medio de altura realizada con materiales del universo íntimo femenino. La sonoplastia de la pieza, creada por el músico Hugo Torres, fluye entre el sonido acuoso y los tambores que recuerdan al latido del corazón y del centro de la Tierra.Matriaha sido creada en los talleres de la AGADIC en Santiago de Compostela, con la colaboración del Centro Dramático Galego.
La creación de Marta Pazos es una pieza sobre elencuentro y el empoderamiento femenino, utilizando la metáfora del espacio eclesiástico y místico que parte del neologismo “matria”, en contraposición a “patria”. El espacio se presenta como un lugar de recogimiento, de posibilidad y de conexión energética a través del juego sinestésico con el color: una vuelta al origen. Partimos de la matria y nos dirigimos hacia la matria; una zona que identificamos con un lugar interior en el que crear el nuestro propio; un espacio que nada tiene que ver con nuestra ciudad de nacimiento o con nuestra nación. Así,Matriacoge la vida de la mano para situarse en las antípodas de la cultura patriarcal (“patria y muerte”): es una huida de la violencia, la sumisión, la desvalorización y el desamor. Participar enMatriaes celebrar la vida, establecerse en la complicidad y el reconocimiento: es una celebración de la memoria, tanto de una misma como del otro.
El público entra en la sala y se sumerge inmediatamente en una atmósfera solemne creada por un amarillo que cubre todo el espacio. El uso de este color en techos, paredes y objetos crea un efecto flotante, que subraya la relación de fondo y figura. La estancia está presidida por una gran escultura textil que sobresale de la pared, con una textura suave, agradable, delicada y acolchada. Una vulva de tres metros y medio de altura que funciona como puerta entre el mundo humano real del «aquí y ahora» y el mundo no humano de lo desconocido. La vulva es transitable y funciona como puerta de enlace entre dos realidades. El público puede introducir su mano, o incluso la mitad de su cuerpo y sacar objetos enigmáticos de su interior. La iluminación es abierta para favorecer la saturación cromática y la tensión del iris. El sonido reproduce una atmósfera uterina, como si estuviéramos en un espacio profundo y húmedo.
La instalación combina diversos elementos escultóricos, textuales, visuales y sonoros en un entorno que arrastra al visitante a un abismo sinestésico. Por definición, un espacio místico conecta con nuestros miedos más profundos y con la idea de un lugar de refugio y de encuentro con el otro. Construimos señas de identidad para provocar un diálogo con las futuras generaciones. Estos símbolos se resignifican según los tiempos, funcionando como catalizadores del cambio en nuestras sociedades, manteniendo la esencia de lo que somos.