La “Zombie Walk” regresa a Sitges
Tras dos años de parón a causa de la pandemia, la Zombie Walk volvió a Sitges. Una horda de muertos vivientes infestó las calles de la villa en busca de cerebros derretidos de gente con la piel enrojecida por el sol. Desde las 10 de la mañana, decenas de voluntarios se turnaban para caracterizar a los 400 afortunados fans que deseaban zombificar su figura.
Era tentadora la oferta, pero teníamos una cita en el Cine Retiro para la proyección de Kids vs Aliens: Asistir a una película de Jason Eisner siempre es motivo de celebración para los gourmets más exigentes del cine de Sitges. El director de Hobo with a Shotgun vuelve a la dirección tras más de 10 años de ausencia. En concreto, esta película es una continuación del episodio dirigido por él en la segunda parte del Found Footage de culto VHS. Kids vs Aliens es una delicia audiovisual repleta de las más ignotas influencias freaks. Al estilo de una película casera, el resultado nos hace inmediatamente pensar en una de las triunfadoras morales de la pasada edición de Sitges “Psycho Goreman” (Steve Konstanski, 2021), esa síntesis entre cine familiar de los 90 y el Do It Yourself punk. Viéndola, no podía dejar de pensar en influencias como “Vendetta Holy Vindicator” de Power Comics y otros comics de la editorial, o el salvajismo underground del movimiento Shot On video y 8mm de los 90s y 80s americanos.
Seguimos en el Retiro para ver la producción mexicana “Mal de Ojo” del realizador y guionista Isaac Ezban. Una historia de brujas ambientada en el México rural con estética de telefilm y un irregular guion, sobre todo en la última parte de la película. Un enfoque muy distinto al que nos ofreció la divertidísima “The Old Ways” en la edición del año pasado, que también exploraba el esoterismo mexicano. El delirante desenlace empaña lo que podía haber sido una interesante propuesta.
Casi sin tiempo de ir al baño, nos dirigimos al vecino cine Prado para asistir a una de las proyecciones más esperadas, “Flux Gourmet”, dirigida por un viejo conocido del Festival, Peter Strickland, creador de la inigualable “Berberian Sound Studio”, película que pudimos disfrutar en la edición de 2012.
La premisa: Un grupo de artistas en una residencia se dispone a poner en escena una performance llamada catering sónico, en la que experimentan con sonidos derivados de la cocina. La cinta es una sátira de las perfomances artísticas vanguardistas que pueblan galerías de arte y centros de exposiciones, lugares en los que entras y nunca sabes muy bien qué es lo que estás viendo. La puesta en escena está cuidadísima, alternando imágenes de entrevistas con instalaciones teatrales imposibles. La película destila un humor que nace de lo absurdo y que arrancó más de una carcajada durante la proyección. El tratamiento del sonido, debilidad del realizador, alcanza cotas de verdadero virtuosismo, siendo un placer escuchar cada matiz sonoro que nos ofrece esta pequeña joya.
Madrugamos al día siguiente para asistir a la fallida “Tales from the occult”, película hongkonesa formada por tres historias independientes dirigidas por otros tantos realizadores, de las cuales sólo pude aguantar una y media. Basándose en la estética y sustos de las gloriosas películas japonesas de principios de los 2000, no consigue ni de lejos llegar a las cotas de horror alcanzadas por éstas. Unos efectos especiales de juguete y unos guiones ramplones me hicieron levantarme de la butaca, no por miedo, sino por aburrimiento.
De “A Man of Reason” no había tráiler, ni falta que hace. Historia coreana de mafias, una apuesta segura. Las películas de acción coreanas son el súmmum del género en el mundo. Secuencias frenéticas, personajes implacables, humor, justicieros al más puro estilo Bronson… todos los ingredientes para pasar dos horas pegado a la butaca. Obra maestra dirigida y protagonizada por Jung Woo-sung, con una extensa filmografía a sus espaldas. Imprescindible.
Quedaba una película por ver, pero se hacía tarde y decidí acercarme a ver el inicio de la sesión e irme a dormir. No contaba con que lo que iba a encontrar en “Diabolik” me haría quedarme las dos horas y media que dura la cinta. Si es que me lían…
Los hermanos Manetti revisitan el clásico de Mario Bava “Danger: Diabolik” (1968), un thriller ambientado en la Italia de los años 60, que te captura con su estética de cómic y cine negro. La historia de un temible ladrón que deja varios cadáveres a su paso y su pugna con la policía, en un juego del gato y el ratón con todos los elementos propios del género. Atracos imposibles, escondrijos secretos…una auténtica delicia visual.
Ahora sí, ya me puedo ir a dormir tranquilo.
Relacionado
