El festival «V de Valarés» comienza hoy inmerso en una polémica de horarios

Según indican desde el colectivo, que ha sido informado por la propia Xunta de Galicia, la resolución firmada el pasado 10 de junio por Cristina Carrión, Jefa Territorial de la Consellería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, estipula que «la celebración de los conciertos estará limitada a la noche del día 12 de agosto de 2016, a la tarde-noche del día 13 de agosto de 2016 y a la tarde del día 14 de agosto de 2016» y «se prohíbe la celebración de conciertos en cualquier fecha y ámbito horario distinto de los anteriores».

De igual manera, «el montaje y desmontaje de cualquier equipamiento relacionado con el evento, tanto para el concierto como para la zona de acampada quedará limitada exclusivamente a los días 12, 13 y 14 de agosto de 2016», no pudiendo realizar antes ni después de estas fechas.

Sin embargo, la organización, que ya ha hecho públicos los horarios de los distintos conciertos, extiende su duración a partir de las 3:30 horas del día 15 de agosto en adelante, lo que para Petón do Lobo incumple no sólo los horarios permitidos para los conciertos y la acampada, sino también para el desmontaje del equipamiento relacionado con el evento, por lo que piden que las autoridades administrativas «adopten cuantas medidas sean pertinentes para el cumplimiento íntegro de la misma en sus estrictos términos», recordando que los departamentos implicados de la Xunta de Galicia «no pueden ser cómplices de la entidad organizadora del evento» que está actuando fuera del ámbito de cobertura de la autorización administrativa» impidiendo que pueda garantizarse tanto la protección del espacio natural como la seguridad del recinto acotado.

UN FESTIVAL «SOSTENIBLE»

El festival «V de Valarés», que a punto estuvo de desaparecer en 2015 por las reticencias surgidas en la Consellería de Medio Ambiente a conceder autorización en uno de los tramos más sensibles de toda la costa gallega, ha apostado este año por una campaña de marketing autocalificándose como un «evento sostenible».

Para ello, han indicado que el consumo de energía se llevará a cabo con energías «limpias y renovables», que las campañas publicitarias se realizan con «papel reciclado» y que durante las tres jornadas previstas se realizará la separación de basuras en distintos contenedores «para una mayor concienciación».

Sin embargo, con un aforo total autorizado de hasta 3.400 personas y la instalación de 310 tiendas de campaña como máximo -en el lugar está prohibida la acampada libre el resto del año-, diversos colectivos ecologistas han puesto en duda que sea posible controlar el libre deambular de miles de personas fuera del horario de los conciertos en Zona 1 o «área de protección» de la Red Natura.

De hecho, es la propia Xunta la que reconoce en el texto de la autorización que la actividad discurre por un espacio declarado como Zona de Especial Proteción de los Valores Naturales (ZEPVN), Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves, y que «en la zona de influencia del evento aparecen recogidas representaciones de un mosaico de hábitats de interés comunitario», albergando también «poblaciones de interés para la conservación entre las que destacan sobre todo las de las aves, así como anfibios, plantas y murciélagos, todos ellos muy sensibles a las perturbaciones de sus hábitats».

Por eso, la Administración gallega advierte que «si como resultado de la realización del evento» se viese incumplida cualquiera de las condiciones previamente impuestas, esto «servirá de motivación para la no autorización de futuras ediciones de este festival o eventos similares organizados en la misma localización».