«Late Night with the Devil» revoluciona Sitges
- Aunque la afluencia de público es notablemente menor en las jornadas laborables, el ambiente vibrante no cesa, y la ciudad sigue siendo un hervidero de cinéfilos y amantes del género.
Es principio de semana y la encantadora localidad costera de Sitges continúa sembrada de regueros de sangre y cuerpos desmembrados, en este cuarto día del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya. Aunque la afluencia de público es notablemente menor en las jornadas laborables, el ambiente vibrante no cesa, y la ciudad sigue siendo un hervidero de cinéfilos y amantes del género.
El festival ha reivindicado la figura de la directora Mary Lambert, conocida por obras como «Pet Sematary” (1989) o “Siesta” (1987). La aclamada cineasta recibió el prestigioso Premi Màquina del Temps, un reconocimiento merecido a su contribución al cine de género.
Mary Lambert recibe el premi Màquina del Temps
Además, el Festival de Sitges rindió homenaje a la legendaria actriz Barbara Bouchet, una de las grandes actrices del período de oro de la comedia erótica italiana, entregándole el codiciado Premio Nosferatu. La carrera de Bouchet se ha caracterizado por su versatilidad, desempeñando papeles memorables en una amplia variedad de géneros, incluyendo el cine de terror. El público aplaudió con entusiasmo mientras Bouchet agradecía visiblemente emocionada el reconocimiento a su vasta trayectoria.
A pesar de ser un día laborable, Sitges se llena de una nueva energía, ya que cientos de niños de colegios locales y estudiantes de la Escuela Superior de Cinema y Audiovisuals de Catalunya (ESCAC) inundan las calles y los cines, muy a nuestro pesar.
Con este calor se hace imposible dormir y a las 7:30 de la mañana nos despertamos con los ojos como platos…pues nada, al cine. Todas las sesiones de las 8 de la mañana son abiertas a prensa, por lo que aprovechamos para asistir a la proyección de “Godless” o “El Exorcismo de Eastfield” cinta australiana del realizador Nick Kozakis. Una mujer se debate entre la ciencia y la fe al no poder dar una explicación a una serie de fenómenos que surgen a su alrededor. Desesperado y un tanto fanático, su marido solicita la ayuda de una congregación local, de fuertes convicciones religiosas, para intentar encontrar una solución al mal que aflige a su esposa. Se trata de un drama que explora el fanatismo religioso en la Australia profunda, que juega al despiste para que el espectador no sepa si la mujer está realmente poseída o loca de remate. Una violencia bien retratada en la pantalla, con escenas de verdadera angustia. Sorprende el hecho documentado de varias muertes por exorcismos no autorizados, sobre todo de mujeres y niños. La realidad, de nuevo, supera a la ficción.
Godless o El Exorcismo de Eastfield
Ya por la tarde, tras una pequeña siesta, nos acercamos al Retiro para ver una peli de sobremesa, nunca mejor dicho. En “The Sacrifice Game” dos estudiantes adolescentes de una escuela de élite que se han quedado en el centro, al no poder volver a sus casas por las vacaciones de Navidad, deben enfrentarse a una secta de asesinos. Catalogada dentro del subgénero de Home Invasion, la producción estadounidense/canadiense es un filme de Antena 3 a las tres y media. Todos los años tenemos alguna de éstas. Unas actuaciones pueriles, la falta de ritmo y un guion desastroso, marcan las pautas para una siesta perfecta en la sala.
Nos quitaríamos el mal sabor de boca con el programa doble que nos esperaba en la noche. Comenzamos con “Vincent debe morir”, película francesa dirigida hábilmente por Stephan Castang. Vincent empieza a ser atacado por personas extrañas con claras intenciones homicidas, sin motivo aparente. Se trata de un thriller inquietante que te mantiene pegado a la butaca. Una narración fluida, sin altibajos, cuadrada por unas actuaciones impecables. La violencia y la angustia perfectamente retratadas, ¿por qué todo el mundo quiere matar a Vincent?
Con “Late Night with the Devil” llegó la locura. Que absoluta maravilla de película. Proyectada en 4:3 para respetar el formato televisivo de los 70, el filme trata de un late night en horas bajas, cuyo presentador, en un intento por remontar la audiencia prepara un especial para Halloween, desconocedor del mal que va a desatar. Todo, absolutamente todo en la película es extraordinario. La ambientación, el diseño de vestuario, unos efectos especiales completamente retro y un guion misterioso y electrizante. Una referencia directísima sería la acertada “Historia de lo Oculto” (2020), película argentina también proyectada en el festival. Los hermanos Cameron Cairnes y Colon Cairnes, firman un peliculón firme candidata a llevarse algún premio del certamen.
Al día siguiente aún seguimos con la resaca de lo presenciado la noche anterior, y vamos a por un J-Horror de la mano del nipón Yûta Shimotsu. Cuánto tiempo desde que aquellos locos japoneses dieron la vuelta al género con títulos como “The Ring” (1998) o “Dark Water” (2002), configurando un género propio, el J-Horror o terror japonés para entendernos. Y qué distancia hay con lo que hemos podido ver en “Best Wishes to all”. La película venía precedida por un apetitoso tráiler, aunque a la hora de la verdad nuestras esperanzas se truncaron. Una joven estudiante de enfermería visita a sus abuelos en el campo. La reunión familiar se inicia de forma placentera, pero poco a poco el reencuentro se convierte en algo extraño e incómodo. Una ambientación folk-horror muy bien conseguida y momentos de tensión que nos recordaban a los clásicos J-Horror, configuran una experiencia agridulce, con la sensación de quedarnos a medias. Sin embargo, al compararla con la mitad de las producciones actuales del cine mainstream, resulta clara ganadora.
Best Wishes to all
Como colofón nos esperaba la experiencia visual de “She is Conann”, del francés Bertrand Mandico. Viajando a través del abismo, Rainer, el perro del inframundo, relata las seis vidas de Conann, perpetuamente condenada a muerte por su propio futuro, a través de eras, mitos y edades. Enfrentarse a esta película se asemeja a entrar en una instalación de arte contemporáneo y no entender absolutamente nada. Salvo que lo que vemos en pantalla nos gusta. Como si de un viaje de ácido se tratara, la película nos traslada a un mundo onírico, de pesadilla, donde toda clase de eventos y personajes grotescos se suceden sin ningún hilo conductor, nada a lo que agarrarse. Escenarios de fantasía, de neones, de paredes de papel de aluminio, interpretaciones histriónicas…una barbaridad. Entender, no entendimos nada, pero la película te asalta a la mente días después de haberla visto. Algo tendrá.
Mientras cae la noche en esta ciudad costera, los cinéfilos y los amantes del género siguen celebrando y disfrutando de una amplia selección de películas que transportan a los espectadores a mundos de pesadillas y fantasía. El Festival de Sitges continúa siendo un faro para el cine de terror y una experiencia inolvidable para todos aquellos que se atreven a adentrarse en lo desconocido.