David Ramos •  Cultura •  15/10/2023

Sitges llora la pérdida de Carlos Pumares

  • La 56ª edición del Festival de Sitges llega a su fin, con el homenaje al crítico de cine Carlos Pumares, el reconocimiento al trabajo de autores veteranos y la comedia absurda como últimas píldoras del evento.
Sitges llora la pérdida de Carlos Pumares

Nos despertamos con la triste noticia del fallecimiento de Carlos Pumares, influyente crítico de cine y figura querida en el Festival de Sitges. La noticia se propagó rápidamente entre los asistentes y el luto se apoderó del evento. Pumares, conocido por su pasión por el cine de género, había sido un colaborador habitual del festival y un amigo cercano de muchos de los presentes. Los voluntarios del festival han colocado una distinción VIP en la butaca que ocupaba habitualmente el célebre crítico durante el certamen, hilera 18 butaca 40 del Auditori. Descansa en paz, maestro.

“Polvo de estrellas” es lo que se pudo ver desfilando por la alfombra roja de Sitges. Merecidísimo el reconocimiento al veterano cineasta italiano Lamberto Bava, quien recibió el «Premi Màquina del Temps» por su impresionante trayectoria en el cine de género. Bava, hijo del legendario director Mario Bava, es conocido por sus contribuciones al cine de terror y sus películas icónicas como «Demons» (1985)o «Macabre» (1980), por citar dos joyas de la extensa filmografía del astro italiano. La audiencia en el Auditori Melià aplaudió con entusiasmo mientras Bava agradecía con emoción este prestigioso premio que reconoce su legado en el mundo del cine.

Otro de los momentos destacados fue la entrega del «Gran Premio Honorífico» al renombrado maestro de los efectos especiales, Phil Tippett. El público de Sitges se puso de pie para ovacionar a Tippett, ganador de 2 Oscar, quien ha dejado una huella indeleble en la industria cinematográfica con su trabajo en películas míticas como «Star Wars«, «Jurassic Park» y «RoboCop«. En su discurso, Tippett recordó su amor por el cine de género y agradeció a la audiencia por su apoyo inquebrantable a lo largo de su carrera.

Nosotros continuamos tachando citas en nuestra agenda. Había expectación por ver la superproducción francesa “Le règne animal” del realizador Thomas Cailley.

Una pandemia causa mutaciones en los seres humanos, convirtiéndolos en animales.

Interesante propuesta, fusión de varios géneros, que peca de ser demasiado family friendly. Intentando crear un retrato acerca de la relación entre el padre y el hijo, se olvida en gran medida del motivo principal de la historia. Queremos saber más a cerca del origen de la pandemia y de sus consecuencias, y el film nos deja huérfanos en ese aspecto.

Le llegaba el turno a una las propuestas más locas del festival. “The Invisible Fight”, co-producción de 4 países, Estonia, Letonia, Grecia y Finlandia. Ambientada en el año 1973, donde un soldado es el único superviviente cuando su puesto se ve atacado por tres maestros del kung-fu. Este ataque deja marcado al joven soldado, que decide dedicar su vida al aprendizaje de las artes marciales.

La película es un sucesión de gags hilarantes y coreografías imposibles. Una oda al absurdo que arrancó sonoras carcajadas entre la audiencia. Una referencia insólita que nos asaltaba era “Amanece que no es poco” del maestro José Luis Cuerda, aunque otra equivalencia más actual podría ser cualquier película del genial Quentin Dupieux. Diversión asegurada.

Muchísima expectación también alrededor de la última película del argentino Demian Rugna, “Cuando acecha la maldad”.

Recuerdo haber visto “Aterrados” (2017, Demian Rugna) y pensar que era una de las películas más terroríficas que había visto en mi vida. En esta propuesta, Rugna nos traslada a un mundo amenazado por fuerzas demoníacas que poseen a los seres humanos y los utilizan como vehículo para propagar el mal. Así, los poseídos deben ser eliminados siguiendo unas pautas específicas para evitar que el caos destruya todo a su alrededor.

El problema que encuentro con la película es que parece estar basada en tres o cuatro ideas muy potentes, sobrecargadas de una violencia abrumadora, bien retratada, y que en base a esas ideas construye el relato. Debido a ello, las situaciones y eventos que rodean a los personajes carecen en ocasiones de una explicación más exhaustiva y necesaria. A pesar de ello, el resultado final es una película de terror que funciona.

Otra sorpresa del festival fue la original “Lake Michigan monster”, que ni siquiera se presentaba este año, sino que el certamen la recuperó de la edición de 2018. El filme independiente, cuenta la historia de un capitán de barco que decide reunir un estrafalario equipo para intentar vengar la muerte de su padre, asesinado supuestamente por un monstruo marino.

La película es una amalgama de géneros que combina comedia, ciencia ficción, y horror para ofrecer una experiencia única y extravagante. Las actuaciones exageradas y los diálogos sarcásticos contribuyen al tono absurdo de la película. A pesar de sus limitaciones presupuestarias, la película se beneficia de una creatividad visual interesante y efectiva, con efectos especiales que hacen un buen trabajo al crear un ambiente de película de serie B. Un derroche de creatividad, divertidísima.

Le llegaba el turno al legendario Takeshi Kitano, con su vuelta a las películas de samuráis con “Kubi”.

Dos horas del particular “Juego de Tronos” del director japonés. Varios clanes luchan por ocupar el poder, en una película que es a la vez homenaje y sátira de los filmes del género.

Muchas películas se nos quedaron en el tintero, como la esperada “Lumberjack, The Monster” de Takashi Miike, pero hemos hecho que hemos podido, que no es poco. Al cierre de esta crónica, se celebró la rueda de prensa para anunciar el palmarés de la presente edición del Festival de Sitges. Pueden consultarlo aquí.

La 56ª edición del Festival de Sitges ha llegado a su fin, dejándonos una mezcla de emociones y un sinfín de recuerdos. El certamen no es solo un evento para los amantes del cine, es una celebración de la imaginación, la creatividad y la pasión por el séptimo arte. Qué largo se nos hace el año hasta nuestro próximo encuentro con el mejor festival de género del mundo. Hasta entonces, disfruten del cine en las salas.


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