Redacción •  Cultura •  16/01/2025

Presentación de “El libro del agua. Así secan Extremadura”, en Plasencia

  • Ecologistas en Acción de Extremadura edita este imprescindible libro en el que la Asociación 25 de marzo recoge la historia pasada y presente de la colonización eléctrica que sufre Extremadura.
  • El libro denuncia una gestión hidrológica que atenta contra el interés general que debería tener el agua.
  • Mientras el agua embalsada disminuye, los sucesivos gobiernos extremeños siguen aprobando proyectos de todo tipo que requieren una cantidad de agua que no se prevé.
Presentación de “El libro del agua. Así secan Extremadura”, en Plasencia

Los autores del libro están presentando este libro por diferentes lugares de Extremadura, este viernes 17 de enero, a las 19.00 horas será en Plasencia, en el Centro Cultural las Claras.

El agua es un elemento vital imprescindible, “¿Lloverá mañana?”, se pregunta Azahara Palomeque al inicio del libro, con esa misma incertidumbre con la que se levantan muchos extremeños. La lluvia no hace acto de presencia durante gran parte del año, especialmente en la mitad sur de nuestra región y cuando aparece, lo hace con furia, pudiendo llevarse coches, carreteras, cosechas, tierra fértil.  Es algo que está pasando en otras partes de España y del mundo, con unas consecuencias que superan los grados más altos de desgracia y sufrimiento por nuestra forma de no querer aceptar el cambio climático.

¿Qué hacemos con el agua que cae? Esta es una de las preguntas a las que quiere responder el libro. También nos habla de cómo se fraguó que Iberdrola y Endesa se repartieran la propiedad del Tajo y el Guadiana; de cómo el aumento del regadío se produce en los embalses menguantes de la provincia de Badajoz.

El libro recuerda las tragedias de la construcción de los embalses, por el abandono de sus tierras, en Valdecañas o Gabriel y Galán; de los accidentes mortales por las precarias condiciones laborales de los obreros en Torrejón y Cedillo; o la ocultación de esas muertes en el accidente ocurrido en la presa de Torrejón. El libro pretende ser un homenaje para que esas víctimas no queden en el olvido.

Son páginas escritas con pasión, que nos deberían sacar de esa inercia que nos lleva a pensar que los daños colaterales del crecimiento económico merecen la pena y que no caben remordimientos por el reparto desigual de beneficios, de riesgos, de ganancias y de pérdidas.

El autor de “Tiene que llover a cántaros”, Pablo Guerrero, cierra el libro con el poema “El amor del agua”; lo que tiene que diluviar es democracia en la gestión del agua de Extremadura. Tienen que regarse de futuro los campos extremeños, tienen que inundarse nuestras calles de rebeldía y dignidad para que las generaciones futuras puedan disfrutar de una mejor Tierra.

Son muchos los ingredientes que tiene este libro para que no nos resulte indiferente y nos impliquemos en el futuro de nuestra región, el agua, el cambio climático, la transición justa, el fin de las oligarquías y la conservación del agua, el recurso natural más importante de todos los que tenemos y que estamos obligados a preservar.


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