Reclaman mayor protección para las pinturas rupestres del Dolmen de Dombate
La Asociación Salvemos Cabana considera que la realización de conciertos con público en el pabellón del puede dificultar la conservación del arte prehistórico de época neolítica que atesora el monumento.
Para el colectivo, resulta cuestionable tanto el planteamiento del alcalde de Cabana de Bergantiños como la permisividad del servicio de Patrimonio de la Diputación coruñesa, denunciando que la situación «ha terminado por convertir el recinto en un mero salón parroquial», algo que afecta negativamente a la percepción y el contexto del sitio arqueológico.
Así, el ciclo de conciertos «Música na catedral», previsto hasta finales de agosto, se celebrará con el auditorio municipal de Cabana de Bergantiños completamente vacío mientras según ha informado el ayuntamiento se utiliza el pabellón que acoge al Dolmen de Dombate para realizar conciertos en público, algo más llamativo si cabe en una época de rebrote de la pandemia del coronavirus.
La entidad muestra su preocupación por la afectación negativa que este tipo de eventos pueda tener sobre las pinturas de época neolítica que alberga el monumento, muy sensibles a los cambios ambientales y cuya conservación «debería ser una prioridad para el organismo provincial», más allá «del desmesurado circu turístico y mediático impuesto a nivel municipal en los últimos años».
Diferentes expertos han alertado, además, que el recinto, per se, no es el más apropiado para la conservación de las pinturas y no deja de ser un costoso andamio, pues el ineficiente diseño del edificio, que no permite una climatización adecuada, ha provocado que el corte estratigráfico del megalito esté, literalmente, pintado de verde al haber sido atacado por los hongos y la humedad, razón que hace que sea desaconsejable la realización de actividades con público en el pabellón del megalito.
A NIVEL DE CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO, A VECES MENOS ES MÁS
Salvemos Cabana ha venido señalando en los últimos años, que el Dolmen de Dombate y su centro arqueológico, desde el punto de vista cultural, deberían tener dos ámbitos de actuación. Por una parte, la presentación e introducción del visitante en el ámbito de la prehistoria y la cultura megalítica, y por otro, la difusión y puesta en valor permanente tanto del contexto neolítico que rodea al monumento como de la importancia de su conservación, algo que a juicio del colectivo «no parece encajar en absoluto» con los planteamientos del alcalde popular de Cabana, José Muíño Domínguez, «ni es entendido como debería por parte de los servicios de Patrimonio y Cultura de la Diputación» al permitir «cualquier tipo de actividad imaginable en el recinto, tenga o no que ver con el contexto arqueológico».
APUESTA POR LA PROFESIONALIZACIÓN DEL DOLMEN DE DOMBATE
El colectivo apuesta por una solución ya indicada en el Parlamento gallego en 2016, y que ahora comienza a asumir la Diputación coruñesa, que el control del centro y de su plan de actividades sea asumido, en primera instancia, por la Xunta de Galicia, y a continuación pase a ser gestionado por un equipo profesional «que centre el carácter del monumento a lo que debería ser», una instalación museística de referencia «guiada por criterios arqueológicos, tanto en las visitas como en el desarrollo de eventos».