TEFAF Maastricht exhibe una obra de Gustav Klimt redescubierta
- Una obra de 1897 del pintor simbolista austríaco Gustav Klimt fue redescubierta después de casi un siglo desaparecida y hoy es exhibida en la prestigiosa feria de arte TEFAF Maastricht, ciudad en el sureste de Países Bajos.
“El retrato del príncipe William Nii Nortey Dowuona” sorprende a expertos y el hallazgo capta la atención de los amantes del arte, luego de casi 100 años de incertidumbre sobre su paradero.
La pintura de Klimt refleja un momento poco explorado de la trayectoria del reconocido artista (1862-1918).
Ahora, después de autenticada y restaurada, la pieza se encuentra en exhibición en la famosa feria TEFAF Maastricht con un valor estimado en 15 millones de euros (16 millones de dólares), según el sitio Red/Acción.
La pintura llegó a la galería vienesa Wienerroither & Kohlbacher (W&K) en 2023 cuando dos coleccionistas privados la presentaron cubierta de suciedad y con un sello apenas visible que la vinculaba a la herencia de Klimt.
Para confirmar su autenticidad, W&K recurrió al historiador de arte Alfred Weidinger, quien llevaba dos décadas tras la pista de la obra, y certificó su procedencia y autenticidad, permitiendo que la pieza finalmente regresara al ojo público.
La obra representa al príncipe William Nii Nortey Dowuona, un líder del pueblo Ga de África Occidental (actual Ghana), a quien Klimt pintó de perfil, sobre un fondo de pinceladas florales sueltas, en un estilo el cual prefigura su característico uso de elementos decorativos.
Con poco más de 60 centímetros de altura, la pieza es un testimonio de la evolución temprana del artista, antes de que alcanzara su fama mundial con obras como “El beso”.
Dicho retrato fue subastado en 1923, tras la muerte de Klimt, y pasó a manos de Ernestine Klein, una coleccionista que convirtió el antiguo estudio del pintor en su residencia junto con su esposo, Felix.
En 1938, con la anexión de Austria por la Alemania nazi, la pareja judía huyó de Viena con rumbo a Mónaco, y dejó la pintura atrás y desde entonces su paradero fue un misterio hasta su redescubrimiento en 2023.
Klimt pintó este retrato durante la Völkerschau de Viena en 1897, una exposición etnográfica en la que personas de colonias africanas y asiáticas eran exhibidas ante el público europeo.
Su reaparición generó gran interés, no solo por su importancia histórica, sino también porque se suma a una serie de obras de Klimt que han batido récords en el mercado.
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