Recuerdos a Rafael Alberti, de su viaje a Moscú con María Teresa León, en el mes de marzo de 1937, y su entrevista con Stalin
«¿Qué veo? ¿cuál es mi Moscú de 1937? Ticiano Tabizde, el gran poeta georgiano me ofrece, en una reunión de escritores, un precioso álbum de poesías dedicadas a la guerra de España por los poetas de su país, cuya escritura y columnas de versos recuerdan la Alhambra de Granada. El Instituto del Petróleo nos entrega una carta, llena de fe en la victoria, dirigida a «Pasionaria», al camarada Largo Caballero y a José Díaz. Los ferroviarios, los alumnos de una escuela de aviación, los ingenieros del Ejército Rojo, los redactores de «Izvestia», los actores, los directores y el público de los cines y teatros, todo el mundo se pone en pie y nos aclama como homenaje al esfuerzo heroico, sobrehumano de los defensores de Madrid, de la valiente España popular y republicana que se bate contra las naciones más potentes y reaccionarias de Europa. Y, al final, como corona de toda esa devoción y cariño, el camarada Stalin, durante dos horas de charla familiar con nosotros, resumiendo el claro sentimiento de su pueblo hacia el nuestro; demostrándonos el conocimiento profundo de los más difíciles problemas planteados actualmente en nuestro país; sencillo, paternal, entusiasta de nuestra juventud, interesado por los campesinos, intelectuales y jefes de nuestro Ejército Popular; el camarada Stalin, digo, corona nuestra estancia en Moscú, dejándonos de la Unión Soviética, como recuerdo, las dos horas más agudas de emoción por España.
¿Qué queréis, camaradas y amigos? mi Moscú de este año es el de la fraternidad y el entusiasmo por mi Patria. Parece como si nuestro mapa se hubiese prolongado hasta el vuestro y mis pies siguieran pisando su propia tierra. He visto las nuevas construcciones de vuestra capital, la aparición de nuevos cafés, tiendas, almacenes. También he recorrido el metro. Moscú se ensancha, crece, se perfecciona. Estáis alegres. Vivís cada vez mejor. Llega la primavera… pero cuando regrese a Madrid, permitidme que diga a sus defensores, a todos mis compañeros, que el Moscú de 1937, el mío, el que yo he visto y sentido, es el que emocionado y con un solo pensamiento, abre todas las mañanas los periódicos para leer las crónicas de Koltzov o Ehremburg y los telegramas venidos de allá lejos: de los frentes heroicos de la libertad».
DE LOS DIARIOS DE DIMITROV
20.3.1937. Stalin recibe a los escritores españoles Rafael Alberti y María Teresa León. Gopnev traduce (hablan sobre):
1º) La naturaleza de la revolución en España. El pueblo y el mundo entero se han dado cuenta de la verdad, el pueblo español no está, en este momento, en condiciones de marchar hacia la revolución proletaria -la situación interna y en especial la internacional no lo favorecen- (esto era diferente en Rusia en 1917, la extensión geográfica, la situación de guerra en países capitalistas, entre la burguesía, etc.). En España la proclamación de los Soviets uniría a todos los estados capitalistas y al fascismo.
2º) A escala global, España es ahora la vanguardia. La vanguardia está siempre tentada a marchar por delante de los acontecimientos -y esto entraña un gran peligro-. La victoria en España puede aflojar la opresión del fascismo en Italia y Alemania.
3º) El Partido Comunista y el Socialista deben juntar sus fuerzas, ahora tienen el mismo objetivo básico la República democrática. Tal unión debe fortalecer al Frente Popular y ejercer un gran efecto sobre los anarquistas.
4º) Largo Caballero ha demostrado su carácter resuelto y su voluntad de luchar contra el fascismo. Largo Caballero debe ser preservado como cabeza de Gobierno, pero debería dejar el Ministerio de la Guerra a otro.
5º) El Alto Mando no es de fiar. Siempre han traicionado en vísperas de cada ofensiva de las unidades republicanas. ¡El Ejército republicano ha ganado grandes ofensivas en que el Estado Mayor no ha participado! ¡la Batalla de Guadalajara es el ejemplo perfecto!.
6º) Madrid no debe rendirse bajo ninguna circunstancia. La caída de Madrid iría seguida del reconocimiento de Franco por el Reino Unido, lo que causaría la completa desmoralización de los republicanos y conduciría a la derrota final.
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Fuente: Federico Rubio Herrero («Cronología mundial durante seis meses vitales, enero-junio de 1937«). Págs. 45 y 46.