La estupidez humana, el mayor de nuestros problemas según Cipolla, reflexionada en escena
- Los jueves entre el 30 de septiembre y el 31 de octubre esperamos en el Teatro del Barrio Estudio Nº13 De Humanorum Stupiditas, una delirante conferencia-concierto (con piano y soprano) -espectáculo, con dirección de Manuel Bonillo, en la que la condición humana estará sujeta a la sarcástica revisión que hizo de ella Carlo Maria Cipolla en Las leyes fundamentales de la estupidez humana.
En esta pieza, la audiencia entenderá el potencial destructor de los estúpidos a la vez que aprenderá a combatirlos, y recibirá consejos para identificarlos a su alrededor y prevenir sus ataques. Una instructiva y lúdica invitación a la catarsis colectiva a partir de la interpretación que ha hecho el dramaturgo Manuel Bonillo, director del Laboratorio de Acción Escénica Vladimir Tzekov, del texto de Carlo Maria Cipolla (1922-2000).
Cipolla fue un economista italiano, autor de obras como Las máquinas del tiempo o Pequeñas crónicas, que, a mediados de los años setenta, enunció su famosa Teoría de la Estupidez. Aparentemente, sigue vigente hoy: dice que la estupidez es atemporal. El texto es muy breve pero constituye una de las grandes piezas de filosofía satírica de la segunda mitad del siglo XX, y advertía del gran peligro social que suponen las personas estúpidas. Cipolla fue Catedrático de Historia económica en las universidades de Pavía y Berkeley, y ha sido uno de los mayores historiadores del siglo XX.
“La humanidad se encuentra –y sobre esto el acuerdo es unánime- en un estado deplorable”, expresa el autor. Y esto, a su juicio, se debe en buena medida a la abundancia de personas estúpidas, que para el autor es la categoría más peligrosa de los seres humanos. Ellas nos rodean por todas partes, dispuestas a hacernos daño y hacérselo a sí mismas. Todo comenzó como una forma de humor, asociada a la crítica del fraude científico que hizo Cipolla en Allegro ma non troppo, hasta que esas explosivas Leyes fundamentales de la estupidez humana se revelaron no sólo como una parodia de ciertas formas de análisis sociológico, sino también como una reflexión llena de lucidez sobre la realidad de los daños que causa “el poder político, económico o burocrático” puesto en manos de las personas estúpidas.