Lendakaris Muertos: «Lo que verdaderamente nos hace diferentes son nuestras letras»
- El nuevo disco de la banda navarra, «Mucho asco (casi) todo”, les sumerge en los fastos de celebración de sus dos décadas de historia utilizando el punk-rock de la vieja escuela como herramienta vitriólica.
Probablemente el mundo no sea mejor, o por lo menos no sustancialmente en sus aspectos esenciales, con la existencia de una banda como Lendakaris Muertos (ojalá los músicos acapararan dicha facultad), pero desde luego sí que lo convierte en un lugar mucho más divertido y, lo más importante, son capaces de extender una ácida mirada sobre la realidad y al mismo tiempo sobre nosotros mismos. Fieles devotos del punk-rock acelerado y de concreción extrema, lo que les lleva a manejar los manuales del Rock Radikal Vasco como del hardcore angelino, su verbo y todo su imaginario es un reto para convertirnos en seres críticos bajo una banda sonora contundente y taxativa.
Con la publicación de su nuevo disco, «Mucho asco (casi) todo”, de título explícito y tejiendo toda esa habitual red de referentes de la que nadie sale impoluto, la vuelta de uno de sus miembros originales, Asier “Aguirre”, a la formación navarra afila su sonido y su puesta en escena. Previa reverencia a uno de sus lendakaris, hablamos con su cantante, Aitor “Ibarretxe”, para definir y conocer más en profundidad esta nueva y certera andanada de satírico costumbrismo.
«Mucho asco (casi) todo” es el título de vuestro nuevo disco. Quizás ese “casi” sea lo que nos mantenga vivos, sin embargo vosotros le cantáis a todo lo demás…
Aitor “Ibarretxe” (AI): ¡Claro! No todo en la vida puede ser malo y negativo, pero a algo hay que cantarle… Es como si vas a ver una película y no hay malos, sin ellos la vida sería mucho más aburrida. Tiene que haber de todo.
En este disco regresa a la formación uno de sus fundadores, Asier “Aguirre”, ¿Lendakaris Muertos tiene su propio ADN y está por encima de individualidades o contar con su presencia otra vez ha contribuido a recuperar ciertos elementos?
AI: Creo que dentro de Lendakaris Muertos se da algo que personalmente me gusta de muchos grupos, y es que cada integrante tiene su personalidad y es completamente reconocible. De todas maneras, Asier y yo nos encargamos de hacer las canciones, y eso es lo que realmente le da fuerza y personalidad a una banda.
Alardeáis de contar con la canción más corta de la historia, “Mucho asco (casi) todo”, ¿a veces la concisión puede llegar a suponer ciertos problemas a la hora de querer contar algo?
AI: Sí, y de hecho con la edad me he dado cuenta que cada vez me cuesta más sintetizar. de hecho en muchas canciones he tenido que quitar frases para no alargar demasiado la duración.
Ya desde el propio nombre de la banda, son infinidades las referencias musicales que coláis en vuestras canciones y títulos, ¿sois especialmente permeables respecto a las cosas que escucháis, leéis o veis?
AI: A Asier y a mí siempre nos ha gustado mucho leer, escuchar música y dibujar. Crecimos alrededor de todo eso y por lo tanto es algo que se tiene que notar en nuestra manera de hacer las cosas. Yo veo la banda como un todo que unifica estos elementos. También ambos nos hemos dedicado al diseño gráfico y la programación, conocimientos que hemos aplicado al ecosistema «lendakariano». Por otro lado es verdad que en nuestras canciones siempre solemos introducir referencias a otros grupos, músicos, y escritores que nos han gustado.
“Lejía Conejo” señala a esa juventud altamente cualificada pero incapaz de ver y tomar conciencia de la (oscura) realidad, ¿es una cuestión generacional o un mal aplicable a cualquier época?
AI: Si pienso en mi juventud, o por lo menos en lo que respecta a mi caso y a aquellos que me rodeaban, recuerdo una mayor motivación por ser combativo y, sobre todo, más conciencia de clase. También es verdad que ahora se vive, o vivía, mucho mejor, la gente joven lo ha tenido todo y no saben que eso cuesta ganarlo. Creo que en este sentido todo es cíclico, y volverán las vacas flacas y a la juventud no le quedará otra solución que protestar.
La figura de Pedro Sánchez es mencionada en “Sanchista y Jujano”, pero sobre todo os referís a esa extraña situación causada por la llamada polarización en la que todo lo que sea no votar a la (extrema)derecha se da por bueno…
AI: Creo que la coyuntura así lo exige. Entiendo que, por ejemplo, cuando se resistía a la invasión nazi en Europa, la gente no elegía con quién luchar, el enemigo era común y eso los unía. Sé de mucha gente que ha votado a Sánchez y que en cualquier otra situación nunca lo haría. Yo creo que esa forma actual de actuar es acertada, y que se verá más con mayor claridad con el paso del tiempo.
Otro al que sometéis a vuestro sarcasmo es a Pablo Echenique, quien por lo que escribió en redes recibió de buen agrado el tema. No parecen los políticos los más aptos para asumir las bromas…
AI: Si hicimos esa canción, sobre Pablo Echenique, fue porque sabíamos que él mismo hace humor sobre su propia situación. De hecho, hasta intentamos que tomara forma una colaboración con él, pero no pudo ser. Si te dedicas a la política sabes que vas a tener que aguantar carros y carretas, ¡como no te lo tomes con humor vas dado!
Os basáis mucho en acontecimientos o personajes muy ligados al presente, ¿os interesa hacer de cada disco una fotografía de un momento concreto más que una mirada más «universal»?
AI: Eso es, exactamente. Me encantaría poder ver cada día una noticia en la televisión y hacer una canción sobre ella al momento y poder publicarla al día siguiente, porque además es algo que con la tecnología actual es perfectamente posible. En relación a este disco teníamos más canciones compuestas pero, al final, nos quedamos con las que más nos gustaron y que, casualmente, estaban muy ligadas al panorama actual. Tanto es así que la portada, obra de Masrio Rivière, la publicamos en el mismo momento que se hizo presidente a P. Sánchez.
Creo que vuestra gran, y escasamente vista en nuestro panorama, virtud es ser igualmente críticos con aquellos espacios ideológicos contrarios a los vuestros como serlo también con los más cercanos, ¿crees que no ser tan estrictamente militantes os ha podido alejar a la larga de ciertos circuitos?
AI: Desde luego nos ha alejado de unos sectores muy concretos pero, también, nos ha facilitado, quizá, entrar en otros donde grupos más ortodoxos no tienen cabida. Considero que lo que verdaderamente nos hace diferentes son las letras. La forma musical es la misma que podría utilizar cualquier otro grupo punk, pero, en nuestro caso, es el fondo el que cambia y nos identifica.
En “Los Gualkamongas” ridiculizáis a ese efecto plañidera que se ve en las redes sociales, ¿crees que estos instrumentos han derivado en un exceso de individualismo y de preocuparnos por problemas vacíos y obviar los realmente importantes?
AI: Es que ya de base no es lo mismo expresarte cara a cara en una reunión de cualquier índole que hacerlo solo en tu casa delante de un ordenador. Y si te has fumado unos porros o te has bebido unas cervezas, ¡ya ni te cuento!
Tomando la evidente referencia que hacéis a Carolina Durante, ¿creéis que hoy en día el término punk es un concepto cada vez menos musical dado que hay bandas que utilizan otros lenguajes musicales pero que mantienen ese discurso valiente y crítico?
AI: Sí, lo importante es la actitud, es lo que define al término punk, bajo mi punto de vista. El grupo La Élite, por ejemplo, o Chill Mafia, no es música punk en el sentido más ortodoxo, pero sí en el fondo y en su actitud.
Una de vuestras influencias más evidentes es el Rock Radikal Vasco, ¿creéis que es una escena a la que el paso del tiempo ha ayudado a ponerla en su sitio, siendo ahora reivindicada desde muchos lugares que en su momento la denostaron?
AI: En 2004, cuando Asier y yo hicimos el grupo, nadie quería saber nada ni del punk ni del Rock Radikal Vasco. Era algo, incluso, mal visto, como algo cutre y desfasado.Yo personalmente entiendo que fue un movimiento social, político y musical con una importancia mucho mayor que la que parecía en su momento. Estoy seguro que poco a poco se irá poniendo todo en su lugar y se le dará ese hueco en la historia.
Lleváis ya 20 años de carrera, ¿a la hora de hacer canciones, sentís que vuestra forma de expresaros o las preocupaciones han cambiado?
AI: No esencialmente, a mí me cuesta más sintetizar, pero supongo que son cosas de la edad. Lo importante es que seguimos con muchas ideas y que nuestros seguidores siguen pidiendo nuevas canciones.
Son varios los parones que habéis hecho a lo largo de vuestra trayectoria, ¿es necesario tomar aire y no caer en una rutina para mantener las ganas de hacer música?
AI: Para nosotros resulta imprescindible, pero es que en el mundo laboral debería ser así también. Currar dos o tres años y descansar uno.
La banda surge pocos años después de la disolución de E.T.A., ¿en un contexto con mayor actividad armada habría sido posible ciertas canciones relacionados con el llamado “conflicto vasco”?
AI: Bueno, ten en cuenta que E.T.A. dio su último «bolo» el 20 de octubre de 2011, y nosotros comenzamos en 2004. Es verdad que ya no llenaban estadios y todos sus miembros originales estaban en chirona, ¡pero seguían de gira!
Y la censura en estos nuevos tiempos, ¿se vive de forma diferente?
AI: La censura ha existido siempre, y desde todos los lados posibles. Un/a artista siempre tiene que saber cómo moverse en cada situación y las herramientas con las que cuenta para ello.
Kepa Arbizu.