Prensa Latina •  Cultura •  27/04/2025

Museo en Quito revela misterios de los metales en época precolombina

  • Los secretos sobre cómo y por qué las sociedades ancestrales de Ecuador trabajaban el metal pueden conocerse en la exposición “No todo lo que brilla es oro”, inaugurada este viernes.
Museo en Quito revela misterios de los metales en época precolombina

Durante todo un año, hasta abril de 2026, el museo de arte precolombino Casa del Alabado, en el Centro Histórico de Quito, invitará a sus visitantes a explorar los vínculos entre técnica, simbolismo y poder que tuvieron los metales en las comunidades que habitaban esta nación andina.

Esta exposición marca el inicio de las celebraciones por los 15 años de la institución, dedicada a preservar y difundir el arte prehispánico, con un acervo de más de cuatro mil piezas arqueológicas.

Así lo destacó este viernes Lucía Durán, directora del museo, quien explicó que la exposición es el resultado de un proceso de investigación científica y restauración realizado junto con el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Además, adelantó que hacia finales de año se realizará un simposio internacional sobre metalurgia precolombina, como parte de la agenda científica y cultural que siempre acompaña a las exposiciones de la Casa del Alabado.

“El museo está comprometido con fortalecer la investigación y la innovación, y con esta exposición buscamos que la historia de los metales prehispánicos dialogue con el presente, con la sociedad”, dijo Durán.

La Casa del Alabado es una de las edificaciones coloniales más antiguas de Quito, con más de 400 años de historia.

En sus salas, “No todo lo que brilla es oro” aborda la metalurgia no solo como un logro técnico, sino como una práctica profundamente simbólica: el oro, la plata y el cobre no eran solo materiales, sino elementos cargados de espiritualidad y cosmología.

El curador de la muestra, Carlos Montalvo, señaló que Ecuador es un territorio geológicamente muy activo, y eso influyó en la disponibilidad y variedad de minerales en la región.

“Al inicio los objetos eran de tonos terracota, pero luego se ve una explosión cromática. El oro, por ejemplo, no se encuentra puro, viene mezclado, y los artesanos desarrollaron técnicas sofisticadas para su transformación”, explicó. La exposición pone el foco en las rutas de intercambio, los saberes compartidos, y cómo la orfebrería andina —con técnicas como el repujado, el calado, el martillado o la cera perdida— refleja un nivel de desarrollo que, aún hoy, sigue asombrando.

«No todo lo que brilla es oro» no solo invita a mirar el pasado, sino a repensar el presente y, como señaló Durán, “estas piezas trascienden momentos, porque nos hablan de cómo la historia se conecta con lo que somos ahora”.


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