Informar desde la parte más débil

El periodista Jesús Rodríguez publica en el periódico ‘Diagonal’ un artículo titulado ¿Periodismo posicionado? en el que analiza lo que el considera “momento crucial” que afrontan “los medios de comunicación surgidos a raíz de la ‘crítica a’ las grandes corporaciones mediáticas“.

Rodríguez señala que “El incremento del número de lectores, especialmente gracias a las redes sociales, los dota de una mayor incidencia y, a su vez, incrementa la carga de responsabilidad y compromiso social que deben asumir. No tendrían más que hacer periodismo en mayúsculas, aquello a lo que renunciaron medios como El País, buque insignia de la genuflexión de la prensa a la gran banca y a los intereses del Gobierno de turno. BBVA, Santander o La Caixa tomaron posesión hace años de su butaca en el consejo de administración de televisiones, radios y periódicos.”

El periodista entiende que “Cada vez son más aquellos que han entendido que la propiedad de los medios de comunicación ha de estar en manos de los periodistas y es por ello que afloran las cooperativas y asociaciones que agrupan a profesionales de la información que, no solo escriben los temas, sino que en asamblea definen las líneas estratégicas y las portadas. El objetivo: hacer periodismo, que no puede ser otra cosa que periodismo de investigación, situando contra las cuerdas a los poderosos.”

Periodista militante de las causas sociales, Rodríguez considera que “con el desembarco en las instituciones de numerosos activistas procedentes de los movimientos sociales se impone una reflexión sobre la potencial autocensura”. ¿Pondremos con la misma precisión la lupa en las contradicciones y limitaciones de las ­administraciones públicas en relación a las políticas de vivienda, trabajo, sanidad o educación cuando los gestores son excompañeros de viaje de la PAH o el 15M? Será todo un reto.”

Como repuesta considera que estos medios independientes de nuevo cuño tienen “la obligación de hacer llegar a nuestros lectores todas las fuentes y elementos de contraste que aviven la capacidad de análisis y de crítica, de transformar el mundo”. (…) “Tenemos, entre nuestros objetivos, la transformación social, mantener activa nuestra masa gris para pasar a la acción, para que nuestros lectores sean protagonistas y no meros observadores de la política hecha por otros.”

Termina preguntándose: ¿Es legítimo desde la propia definición de periodismo, situarse al lado de la parte más débil, más invisible? Creo que sí, siempre y cuando seamos honestos y veraces, explicitando las razones de nuestra agenda, de nuestros enfoques y fuentes.”