«Todo el odio que tenía dentro: pandilleros, quinquis, fascistas y rock and roll en el subsuelo de Madrid»
Esta semana en Barrio Canino hablamos de «Todo el odio que tenía dentro» y nos visita Servando Rocha en el estudio de Ágora Sol Radio, autor de este libro publicado por la editorial La Felguera, que recorre la historia del extrarradio madrileño desde la posguerra hasta la transición.
VOL.293 – TODO EL ODIO QUE TENÍA DENTRO: PANDILLEROS, QUINQUIS, FASCISTAS Y ROCK AND ROLL EN EL SUBSUELO DE MADRID
El Madrid de la posguerra es una ruina. Esta historia comienza entre los escombros de los bombardeos y las precarias casas bajas del extrarradio rodeadas de auténticos barrizales. En este desierto de oportunidades, a comienzos de la década de los 60 confluye una generación de chavales criados en la periferia, llenos de odio y marginados de una ciudad que pretende sacudirse la destrucción dando paso al brutalismo y siempre bajo el yugo férreo de la dictadura franquista. El estreno de la película West Side Story les vuelve locos. Bailan en los pasillos del cine, empujan a la gente por la calle, roban coches y se parten la cara en peleas multitudinarias con otras bandas de la ciudad, mientras unos y otros, todos, huyen de la policía.
Numerosas bandas juveniles proliferan en los barrios de Madrid, pero una de ellas es especialmente conocida en las comisarías, temida por los vecinos y la que más hostias reparte al resto de bandas: Los Ojos Negros, de Usera. Ángel Luis Telo, líder de la banda, una especie de cheyene castizo que hace de extra en películas de indios y vaqueros, es temido por todos. Una banda que acaba reivindicando haber sido los inventores del tirón, y de la que también forma parte de la banda Dum Dum Pacheco, delincuente juvenil y legionario que, tras sus pasos por la cárcel de Carabanchel, se acaba convirtiendo en uno de los boxeadores más conocidos de la época.
El surgimiento del rock and roll, las matinales del Price, el concierto de The Beatles en Las Ventas en 1965, las primeras revistas musicales para greñudos, las motos, los pantalones de campana y las chupas dan unos aires de libertad a una generación marginada que se enfrenta más a la policía que al Régimen.
Y a partir de aquí recorremos fragmentos de la historia del subsuelo de Madrid que forman parte de la vida de muchas personas pero que quizá no se habían contado explícitamente hasta ahora, con un hilo conductor que incluye bandas callejeras, chabolas, luchadores enmascarados, estiletes en botines, gorrillos legionarios, descampados, cadenas, mercheros, boxeadores, policías torturadores, falangistas rockeros, navajas, greñas, pijazos, bohemios, asesinos, terroristas a sueldo, y algunos nombres propios como Camilo Sesto, Ava Gardner, Leon Degrelle, Ray Davies, Torrebruno, Julio Iglesias, Nicholas Ray y Billy el Niño, entre otros.
Del extrarradio madrileño durante la dictadura franquista no se ha hablado demasiado. Hay una historia oculta que pelea por emerger. No nos referimos a la acción directa de militares, falangistas, religiosos, oligarcas y demás. Ni a la represión violenta, el adoctrinamiento nacionalcatólico y el miedo. Es algo peor. Es la respuesta a todo esto, que nace entre las ruinas del último poblado de chabolas construídas entre los escombros de la guerra, en los límites marginales de la historia. Este libro nos demuestra que fue mucho más fácil integrar a las bases obreras de la república en el Sindicato Vertical, que controlar a aquellos primeros demenciales chicos acelerados a los que el rock hizo libres (aunque solo fuera por un instante).
Además, Servando Rocha ya nos ha visitado en otras ocasiones. Podéis tirar de archivo para revisitar nuestro programa 7 que dedicamos a Ben Morea y los Motherfuckers, o el 74 en el que volvimos a vernos para hablar de La Facción Caníbal. En el 114 pusimos sobre la mesa a Burroughs, Kurt Cobain, Houdini, Sherlock Holmes y Alan Moore mientras que en el 122 rezamos el Catecismo Revolucionario, el libro maldito de la anarquía, por Bakunin y Nechayev.
Por lo demás, aquí os traemos una pedazo de historia reciente de nuestro país como nunca nos la habían contado. Pasad, ocupad vuestros asientos. Esconded vuestras armas en los calcetines y preparad vuestras mentes para flipar.