Antecedentes de la mina de Touro
- Veciñas e veciños da Plataforma Mina Touro O Pino NON nos remiten una serie de publicaciones para conocer más a fondo lo que está pasando en Touro, esta es la primera de ellas.

La explotación minera de la concesión San Rafael nº 2946, en los ayuntamientos de Touro y O Pino para la extracción de cobre a cielo abierto estuvo activa entre los años 1974 y 1987, siendo la empresa responsable de la explotación Río Tinto Patiño, que solicita la paralización y cese definitivo en 1988, sin proceder a su restauración, dejando las balsas mineras con un sistema de bombeo de las aguas ácidas que contaminaron gravemente los ríos del entorno de la mina. La anterior explotación minera en Touro ha producido un efecto devastador sobre los cursos de los ríos Lañas y Brandelos, afluentes del río Ulla por la movilización de metales en las aguas producidos por complejos procesos de oxidación de las piritas y calcopiritas que una vez iniciados se cronifican.
En 1993 adquiere los terrenos y derechos mineros y las obligaciones de restauración de los terrenos, la mercantil Explotaciones Gallegas SL que mantiene vigentes las concesiones explotando áridos para la construcción y obra civil, sin que se actualizara el plan de restauración siendo la última conocida del año 1984, cuando aún estaba operativa por Rio Tinto Patiño, manteniéndose vigente desde entonces, a pesar de la existencia.
Entre las medidas de restauración que plantea la nueva propietaria es la plantación de eucaliptos en las zonas que no utiliza para la extracción de áridos; se utiliza también como depósito de residuos peligrosos que fue clausurado; sirvió de lugar de depósito y lavado de los contenedores del Prestige; hubo incluso un intento de incinerar y enterrar aquí las vacas locas.
Durante todo este tiempo la salida de aguas ácidas de mina al dominio público hidráulico ha sido continuado; en el año 2000 se presenta un “proyecto recuperación de los ríos Brandelos, Pucheiras, Felisa, Portapego, Rego das Rozas y Lañas en el entorno de la mina de Touro”, avalado por Aguas de Galicia, la Consellería de Medio Ambiente y la Universidad de Santiago a base de la aplicación de los denominados “tecnosolos”, producto resultando del tratamiento de lodos de depuradoras y otros residuos, que no ha impedido la continuidad de la contaminación por metales pesados durante décadas, con numerosas y reiteradas sanciones que persisten hasta la actualidad.
Aguas de Galicia ante la pregunta sobre la vigencia de este proyecto manifiesta que ya no está vigente y tampoco se manifiesta sobre los resultados de tal actuación, a pesar de que los residuos se siguen depositando por las cortas mineras abandonadas, mezclándose con las aguas pluviales que llegan a los ríos del entorno de los terrenos de la mina, en especial en la zona conocida como corta de Bama procedentes del humedal reactivo de este corta. Otro de los inconveniente que ocasiona esta actividad está relacionada con los olores nauseabundos en todo el entorno de la mina que ocasiona a la población que se encuentra en los alrededores, al final lo que pretendía ser un proyecto de recuperación de las aguas, no ha sido tal y nos ha contaminado el aire.
La explotación minera a cielo abierto y la ausencia de restauración adecuada hasta la actualidad ocasionaron daños graves y persistentes al sistema fluvial del río Ulla, varios de los cauces (Portapego, Felisa, Burgo, Barral, Pucheiras, afluentes de los ríos Lañas y Brandelos) esos que se querían recuperar con el proyecto de hace 23 años, presentan altos niveles de contaminación que afectó a las poblaciones de salmón del río Ulla y siendo responsable de la contaminación de los sedimentos que llegaron incluso hasta la ría de Arousa.


Imagen 2000. Proyecto recuperación de los ríos Brandelos, Pucheiras, Felisa, Portapego, Rego das Rozas y Lañas en el entorno de la mina de Touro, braña Portaguzo.

Imagen 2025. Braña Portaguzo 23 años después del proyecto que demuestra la ausencia de recuperación.
Abril 2025.
Veciñas e veciños da Plataforma Mina Touro O Pino NON.