¿Pretende Cobre San Rafael llegar al juzgado con el proyecto Touro?

Comunicado Plataforma veciñal Mina Touro O Pino Non

La mina de cobre de Touro sigue dando titulares, en medio del debate las continuas acusaciones a los del “no” de movilizarnos por intereses políticos y carecer de avales y apoyos a pesar de que seguimos visibilizando y denunciando lo que durante décadas se ha mantenido en un silencio abrumador, sin ningún tipo de intervención por parte de las administraciones.

Las alarmas saltan en el año 2017, con un nuevo proyecto de reapertura de la mina cerrada en la década de los 80, y esa alarma fue como un resorte en toda la sociedad que aglutinó un “no a la mina” contundente, poderoso en toda Galicia; ya no eran solo vecinos y vecinas de Touro y O Pino. Un proyecto totalmente inviable que movilizó a toda la Ría de Arousa, a 45 ayuntamientos y dos Diputaciones con representantes de todas las fuerzas políticas, que trascendió más allá incluso de nuestra comunidad, con innumerables informes científicos que desmontaron un proyecto imposible en nuestro territorio, lo que propició la denegación del proyecto en febrero de 2020 y su posterior resolución también negativa un año más tarde en plena pandemia.

Una noticia alentadora para quienes lo teníamos claro desde el primer momento y así lo manifestamos, pero que sabíamos que no sería el fin, una lucha contra un gigante en situación desigual nos hace estar alerta, vigilantes y seguir. En este impás hemos asistido a una movilización por parte de la empresa Cobre San Rafael y sus promotores para conseguir como sea hacerse con el mineral y la licencia social. A golpe de talonario, con grandes campañas de publicidad, promoción de equipos deportivos, visitas a distintas organizaciones que se manifestaron en contra para que cambien el sentido de su opinión, sin más aval que sus palabras, y con la posibilidad de llegar a los tribunales incluso, como sucedió con otra mina no hace tanto, el eco de Corcoesto resuena en Touro.

Pero de quién estamos hablando, quién es Cobre San Rafael en realidad. ¹

El despliegue de medios que propician bien podría hacer ver que es una gran empresa, con grandes medios, experiencia y reputación. Nada más lejos de la realidad, la verdad es que esta empresa nobel es creada ad hoc por la administradora del grupo Explotaciones Gallegas, propietaria de la concesión minera hasta 2017, fecha en la que, -como pudimos averiguar pasado el tiempo- decide crear una empresa llamada Cobre San Rafael en junio de 2016, con un capital de 3.000 euros para realizar ”actividades relacionadas con la promoción, exploración, investigación, tratamiento, fundición, refinería, transporte y explotación de mineral y sus posibles transformados. Proyecto y construcción de obras y servicios. Derechos mineros. Conservación y mejora del medio ambiente”, según figura en el BORME de la provincia, siendo el titular jurídico de esa mercantil Explotaciones Gallegas. No será hasta septiembre de 2017, cuando ya el proyecto de la mina estaba presentado, que se incorpore oficialmente un nuevo Administrador a la mercantil y aporte 5 millones de euros de incremento de capital, se trata de Alberto Lavandeira CEO de Atalaya Mining. Cuando esto se produce en Touro y O Pino ya teníamos encima de la mesa el proyecto de explotación minera que pretendían ya iniciar en las Navidades de ese año, no se esperaban la respuesta social, nunca contaron con la población, para ellos era “pan comido”.²

Supimos, que la Jefatura territorial de minas, había admitido en marzo de 2017 la resolución de transmisión de la concesión de explotación de recursos mineros de la sección C de EXGA a la recién constituida, por ellos mismos, Cobre San Rafael, una nobel empresa con apenas capital y con apenas 6 meses de vida, sin ningún tipo de experiencia previa en minería ni avales admitiendo en el mismo mes el registro del nuevo proyecto minero en tiempo récord, aunque los vecinos y vecinas no nos enteraríamos de la situación hasta unos meses más tarde.

A medida que tirábamos del hilo surgían nuevos datos, supimos también que desde 2015 se estaban realizando sondeos mineros de investigación para ese proyecto sin que se contara con el conocimiento oficial, al menos como decían las administraciones locales, que no tuvieron reparo en reconocer en pleno que no sabían nada de los sondeos previos al proyecto realizados en vías públicas y que estaban a la vista de cualquiera que se preocupara un mínimo. Muchos vecinos y vecinas se sintieron engañados por quienes fueron pidiendo poder realizar catas, sin explicarles para que era, produciéndose sequía en pozos, utilizando la buena voluntad de las personas, mintiendo en definitiva.³

Fueron muchas las cuestiones puestas al descubierto durante cuatro años, pero no terminamos, y seguimos poniendo al descubierto las últimas novedades, a cuenta de no rendirnos y resistir, sabíamos que no se conformarían con una DIA y Resolución negativa, y su discurso siempre ha sido el mismo, quieren el cobre, sea como sea.

Esa ambición nos lleva a una situación con tres frentes abiertos actualmente por la empresa: por una parte han recurrido la Resolución negativa, es decir quieren litigar con quienes nos oponemos para llevar adelante un proyecto denegado e inviable, conseguir en los juzgados lo que las leyes ambientales no les permiten, no les gustamos los vecinos y vecinas de Touro y O Pino que queremos mantener nuestro territorio a salvo de la mina y proteger las aguas, quieren a toda costa desplazarnos para realizar la ocupación y extraer el metal hasta donde les plazca.

El otro frente abierto hace referencia al expediente abierto a la empresa EXGA a raíz de una inspección de minas en la que se constata el continuo aporte de aguas con drenaje ácido de mina al dominio público hidraulico durante años, para lo que se le exige una solución, esto sucede en 2018, a fecha de hoy después de recursos, alegaciones y paralizaciones, más de 3 años después de la mencionada inspección, EXGA opta por presentar una propuesta, que no da solución al problema existente, sino que es un disfraz para colocar un proyecto condicionado a la reapertura de la mina y para darle servicio en su funcionamiento. ⁴

Y ya por último tenemos el anunciado “nuevo” proyecto de explotación minera, ese que no existe, pero que el socio capitalista, Atalaya Mining, anuncia en los medios de comunicación como algo novedoso y único, obviando que las promesas que pretende traer a Galicia, no las cumple en Huelva. Un proyecto que de momento es una batería de humo, que formará parte de su plan B, si el recurso de alzada del primero no les sale bien y deciden no llegar al juzgado, donde nos encontrará.

Está claro que estamos ante un entramado con muchos tentáculos para salirse con su objetivo, y que requiere de mucha dedicación de personas y organizaciones que velan porque la transparencia de las Administraciones no sea un obstáculo más en esta carrera, pero han dado con un muro infranqueable, el de la sociedad gallega unida en la defensa del territorio, la protección de sus aguas, que no perdona el engaño y el abuso.

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