De Peña Trevinca al paisaje protegido de los Penedos de Pasarela y Traba: la amenaza eólica se ensaña con las cumbres de Galicia
Entidades ecologistas, sociales y políticas denuncian desde diferentes puntos del noroeste peninsular la falta de control de las Administraciones central y autonómica sobre los impactos que se están causando sobre el paisaje, el medio ambiente y la biodiversidad por la implantación descontrolada de este tipo de centrales energéticas.
Ecoloxistas en Acción ha presentado alegaciones al proyecto del parque eólico «Alto Cabrera», promovido por la multinacional Enel Green Power entre las provincias de Ourense y León en el entorno de montaña de los «techos de Galicia» entre los que se encuentra Peña Trevinca, que con 2.127 metros es la cumbre más alta de la zona.
Por este motivo, el colectivo insta al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a rechazar el proyecto y garantizar «la importante función de corredor biogeográfico y enclave natural que tiene la zona» advirtiendo que «no se puede poner en peligro estos hábitats singulares», pues los hábitats de las montañas del macizo galaico-leonés está siendo cada día más frecuentados por especies en peligro de extinción como el oro pardo cantábrico (Ursus arctos arctos).
Para Ernesto Díaz, coordinador en Defensa de la Cordillera Cantábrica y veterano activista medioambiental, ante la avalancha de proyectos eólicos «ya es hora de decir basta», recordando que además de la instalación de aerogeneradores, la implantación a gran escala de parques eólicos «arrastra» una serie de impactos que van en paralelo con la instalación de los proyectos, como pistas de acceso «que quedan abiertas de por vida», subestaciones y líneas de evacuación eléctrica. «No podemos condenar estas montañas con más elementos que violenten su biodiversidad y paisaje» -afirma-.
Antonio Fernández ‘Cholo’, reflexiona en la misma línea desde la presidencia del Club «Montañas de Trevinca», pues los impactos en las cumbres y cordales «pueden ser irreparables». Por eso apuesta por una «cultura e información suficiente» de cara a la ciudadanía, para que esta entienda «que la naturaleza es un bien imprescindible para el ser humano» y que debe ser protegida a toda costa. Porque si el pueblo asume este mensaje y «entiende la necesidad de cuidar, proteger y defender la naturaleza» obligará a la clase política a actuar al respecto e impulsar la protección de los espacios naturales y la riqueza vital y paisajística que atesoran.
Haciendo referencia a un contexto bien distinto como el de los montes de la Costa da Morte coruñesa, Antón Sánchez, portavoz de Anova considera que la gente de estas y muchas otras comarcas rurales gallegas precisa, ante todo «fuentes de energía que reviertan en su bienestar» y no «megaparques cuya propiedad está en en manos de grandes fondos de inversión que se llevan los beneficios» dejando únicamente a cambio «los impactos y las migajas».
Para Sánchez, que defendió activamente el medio ambiente durante dos legislaturas en el Parlamento de Galicia, lo que está sucediendo en los «techos de Galicia» tiene un eco en las sierras costeras de baja altitud y en paisajes protegidos como el de los Penedos de Traba y Pasarela, entre los ayuntamientos coruñeses de Vimianzo y Laxe.
El portavoz lleva años alertando de que el actual plan eólico es completamente irracional y «está pasando por encima» de la voluntad de los ayuntamientos que se oponen a este tipo de proyectos que convierte de facto la naturaleza en suelo industrial.
Por eso considera que proyectos como el de la multinacional portuguesa EDP Renovables a través del parque eólico Monte Chan no tienen lugar de ser en un entorno privilegiado como el de los Penedos de Pasarela y Traba, uno de los paisajes protegidos de mayor relevancia de Galicia por la dimensión geológica y cultural de sus formas pétreas.
Sánchez afirma que como en el caso de Peña Trevinca y la alta montaña gallega, paisajes como el de los Penedos sirven de apoyo a las comarcas para construir un futuro sostenible, donde el turismo medioambientalmente responsable es un activo irrenunciable para el desarrollo local.
Por este motivo, critica con dureza las actuaciones «testimoniales» llevadas a cabo desde la Xunta de Galicia, considerando que para el Ejecutivo autonómico del PP de Feijóo «las políticas de protección ambiental son simplemente obstáculos para un modelo económico insostenible que se está defendiendo a favor de los grandes conglomerados empresariales pasando por encima de los intereses de la población», razón por la que, por ejemplo, no se están tomando medidas como la de hacer efectiva la ampliación de la Red Natura como lleva solicitando desde hace años la Unión Europea al Gobierno gallego.
Así lo ven desde la Asociación Salvemos Cabana, entidad que además acaba de presentar alegaciones al documento ambiental del proyecto. El colectivo considera incompatible la implantación del parque eólico de EDP Renovables con la protección de espacios amparados por la Red Natura, como la ZEC Costa da Morte y la ZEPA Costa da Morte Norte, pero sobre todo con el Convenio Europeo del Paisaje, aprobado en el año 2008 y ratificado por el Estado Español en 2008, que entiende como fundamentales todas aquellas acciones «encaminadas a conservar y mantener los aspectos significativos o característicos de un paisaje» y que las administraciones públicas -incluída la autonómica gallega-, «habrán de velar por la conservación de sus valores naturales, estéticos y culturales».