El parque eólico Prada compromete la calidad de uno de los mejores cielos nocturnos de Galicia y la declaración Starlight del entorno de Peña Trevinca
La Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana pide al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) que no autorice el proyecto al entender que resulta incompatible con el modelo de desarrollo económico y socioturístico planteado a nivel comarcal por A Veiga y ayuntamientos limítrofes, que considera el desarrollo del astroturismo como uno de sus baluartes.
El colectivo explica que pese a los esfuerzos de la multinacional noruega Statkraft y su filial española, Desarrollos Renovables Iberia Gamma S.L.U. por presentar que el impacto lumínico «no será relevante» tras la instalación del parque eólico, la realidad es que «los 24 aerogeneradores, de 215 metros de altura en punta de pala, son imposibles de integrar en un paisaje carente de este tipo de infraestructuras sea cual sea el análisis de la cuenca visual que pretenda la compañía«.
Por otra parte, destaca que la documentación sometida a consultas del parque eólico Prada «deja bien claro que al menos en 19 turbinas eólicas se instalarán señales luminosas de balizamiento en la parte superior de unas máquinas que funcionarán también de manera nocturna alterando sin remedio el cielo prístino del que a día de hoy goza el macizo de Peña Trevinca» pues tal como explica la compañía «las luces destellarán sincronizadas para poner en evidencia que todo el parque constituye un mismo obstáculo». Además reconocen que existirá un segundo nivel de luces a 45 metros sobre el terreno en cada aerogenerador, compuesto de tres balizas dispuestas con un ángulo que asegure su visión «desde cualquier azimut».
Salvemos Cabana recuerda que «experiencias semejantes» en otras zonas de la península como la comarca de Terra Alta, en Tarragona, han demostrado que «el impacto del balizamiento de los parques eólicos es recurrente y perjudica tanto a la biodiversidad como a la salud de vecinas y vecinos y al propio cielo nocturno, que en la zona se ha visto seriamente perjudicado». En el caso de Trevinca, además, está la presencia del nuevo observatorio astronómico de A Veiga, el «Centro Astronómico Trevinca», y la calificación de la zona con el sello turístico Starlight que consideran «se verá directamente afectada».
CLARA INCOMPATIBILIDAD CON LA «DECLARACIÓN DE LA PALMA»
En relación con ello, para la entidad el proyecto eólico es «claramente incompatible» con la «Declaración sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas», más conocida como «Declaración de la Palma», respaldada conjuntamente por organizaciones como la UNESCO, la Organización Mundial del Turismo (OMT), la Unión Astronómica Internacional (IAU), el PNUMA-CMS, y otras como CE, SCDB, CIE, el programa MaB y la Convención Ramsar, reconociendo la necesidad de proteger la oscuridad del cielo nocturno como un bien para el ser humano y la sociedad ante la pérdida generalizada que a nivel mundial está sucediendo «de un recurso cultural, científico y natural», algo que señalan puede tener «consecuencias imprevisibles».
El texto apuesta por «el derecho a un cielo nocturno no contaminado que permita disfrutar de la contemplación del firmamento» lo que es algo equiparable «al resto de los derechos ambientales, sociales y culturales» reconociendo que «los efectos negativos sobre la calidad atmosférica de los cielos nocturnos en los espacios naturales, causados por el incremento de las emisiones y la intrusión de la luz artificial, afectan gravemente a muchas especies, hábitats y ecosistemas»
Como colofón el acuerdo considera que «los ámbitos privilegiados para la observación astronómica constituyen un bien escaso en el planeta, y su conservación representa un esfuerzo mínimo en comparación con los beneficios que aportan al conocimiento y al desarrollo científico y tecnológico«. Por ello «la protección de la calidad de los cielos en estos espacios singulares deberá constituir una prioridad en las políticas medioambientales y científicas de carácter regional, nacional e internacional» y «habrán de extremarse las medidas y disposiciones que permitan proteger tales espacios de los efectos nocivos de la contaminación lumínica, radioeléctrica y atmosférica». En definitiva, para el colectivo ambiental, «sobran motivos a nivel administrativo para no autorizar ambientalmente el proyecto del parque eólico Prada».