Ciclón Kenneth: el equipo de ACNUR testigo de la destrucción y las necesidades inmediatamente después de la nueva catástrofe en Mozambique
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alerta sobre la situación de la ciudad de Pemba, en el noreste de Mozambique, tras el impacto del ciclón Kenneth, una de las tormentas más fuertes jamás registradas en África continental.
A pesar de que la zona está menos poblada que otras áreas de Mozambique, los daños y las inundaciones a su paso han sido inmensos. En estos momentos, se calcula que 38 personas habrían perdido la vida y que más de 160.000 se habrían visto afectadas de forma directa.
Los trabajadores de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, fueron testigos de primera mano de las repercusiones más inmediatas durante el domingo. Varias zonas de la ciudad de Pemba estaban completamente inundadas. En las zonas más desfavorecidas, muchas casas se habían derrumbado y la crecida de las aguas había dejado las calles llenas de barro y basura, especialmente en la parte más baja de la ciudad, más cercana al mar.
Los equipos de ACNUR han logrado visitar los espacios donde se están cobijando los supervivientes del ciclón, como por ejemplo las escuelas. Aunque la ayuda ya está en camino, la gente necesita un lugar seguro donde cobijarse, así como comida y suministro de agua potable.
En estos momentos los niños no están asistiendo a la escuela y muchas familias han perdido todas sus propiedades, incluso el ganado y las plantaciones con los que se ganaban la vida. La gente está deseosa de volver a sus hogares, pero necesita una ayuda en todos los sentidos.
En una de las escuelas públicas que visitó ACNUR y que acogía a unas 600 personas, la gente trasladó a los equipos su preocupación por la capacidad del centro para acoger a más víctimas del ciclón. Los líderes comunitarios apuntaron que necesitan con urgencia comida y utensilios de cocina (platos, sartenes, tenedores, cucharas, cuchillos, etc). Las mujeres también pidieron productos de higiene personal.
Recorriendo las calles de Pemba, se puede apreciar que un considerable número de hogares se han visto afectados y necesitarán ser reparados. La comunidad se está organizando para limpiar las calles y retirar la arena y los escombros arrastrados por las tormentas. La desesperación es patente.
Mientras se mantengan las malas condiciones meteorológicas, el acceso a los lugares más remotos seguirá siendo difícil. Se ha reportado la necesidad de rescatar a personas que se encuentran en lugares completamente aislados. Otras agencias humanitarias están comenzando a recurrir al transporte aéreo para llevar comida y medicinas a estos lugares, aunque de momento no de forma regular.
ACNUR tiene previsto enviar tiendas de campaña de tamaño familiar y artículos de primera necesidad a Pemba desde Beira, donde otros equipos de emergencia continúan asistiendo a los supervivientes del ciclón Idai.