La base aérea de La Carlota, epicentro del fallido golpe de estado en Venezuela
La frustrada intentona golpista en Venezuela comenzó con el pretendido alzamiento militar en la base de La Carlota que nunca fue tal.
La información fue difundida por Alberto Federico Ravell, un empresario conocido por su oposición al gobierno chavista que tras la autoproclamación de Guaidó se erigió en «director de la comunicación presidencial».
Hacia las 5 y 13 minutos de la mañana (hora local de Caracas) la noticia de que Leopoldo López y Juan Guaidó, junto a un grupo de militares, mantenían «control de la base aérea de La Carlota» irrumpía en todos los medios de comunicación de todo el planeta. Se trataba del primer movimiento de lo que, Guaidó y su entorno esperaban, sería una concatenación de levantamiento militar, revuelta popular e intervención estadounidense para derrocar al gobierno venezolano.
El mandatario venezolano indicó este martes que los promotores del golpe de Estado «buscaban un enfrentamiento, un desastre, una estrategia, con 200 muertos».
Cae la ‘fake new’: La Carlota nunca fue tomada
A las 6 horas y 47 minutos la realidad sobre la supuesta toma de la base aérea La Carlota salió a la luz. Tras un operativo militar que no encontró actividad ninguna relacionada con el golpe en la base aérea, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, informaron que las bases militares del país, incluida La Carlota, estaban en calma.
Poco a poco, las noticias sobre una supuesta sublevación generalizada fueron siendo desmentidas. La periodista de teleSUR, Madelein García, publica videos desde dentro de La Carlota, donde los militares estaban desplegados para la defensa del área. Desde allí, se escuchaban las bombas lacrimógenas para dispersar a los militares sublevados y civiles armados en el Distribuidor La Carlota, adyacente a La Carlota.
Militares engañados
El presidente Maduro también detalló este martes que el 80 por ciento de los militares y funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) fueron llevados al distribuidor Altamira bajo engaño.
La explicación de Maduro es confirmada con el relato que ofreció el primer teniente del ejército, Jairo Betermini, desde dentro de La Carlota. El 29 de abril recibieron la orden de buscar «los uniformes patriotas» (de gala) para recibir condecoraciones y «una noticia que nos cambiaría la vida». A las 3 de la tarde del 30 de abril les indicaron que debían buscar fusiles bajo el argumento de tomar el centro penitenciaro de Tocorón (estado Aragua) «porque habían ingresado mil fusiles e iban a sacar a los presos para que salieran en contra del pueblo».
Una vez en Altamira se les entregaron brazaletes azules «y nos informaron que esto era un golpe de Estado», relató Betermini.Esta táctica fue usada para engañar a oficiales de Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), Sebin y el Ejército. Tras darse cuenta de la trama, los efectivos empezaron a reportar a sus comandantes para denunciar la situación irregular.
Por su parte, el presidente Maduro reconoció la labor de la FANB al contrarrestar el golpe de Estado con el uso mínimo de la fuerzas.