Albiol y Couso exigen al presidente de la Asamblea Nacional venezolana que vuelva a la mesa de diálogo con el Gobierno

La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, y el eurodiputado Javier Couso han llamado este miércoles al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, a volver a la mesa de diálogo con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro impulsada por Unasur; los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Lionel Fernández y Martín Torrijos; y por el Vaticano. En opinión de ambos, esto y afrontar las próximas citas electorales de manera pacífica, es la “única salida democrática” posible a la situación que vive el país latinoamericano. En definitiva, una forma de afrontar los retos que tiene Venezuela totalmente contrapuesta a los mensajes que distintos miembros de la oposición, entre los que está él mismo, se han lanzado en las últimas semanas a las Fuerzas Armadas para forzar la caída del Ejecutivo.

Borges ha comparecido esta tarde en una sesión especial de las comisiones de Asuntos Exteriores (AFET) y de Relaciones de Europa y América Latina (Eurolat), invitado por el Partido Popular Europeo. En una intervención muy dura y sin citar ninguna fuente para sostener los datos que estaba dando, el presidente de la Asamblea ha pedido a la UE que ayude a la oposición para acabar con el Gobierno de Maduro, al que ha acusado de liderar “la peor dictadura del mundo”. Esta mañana, en compañía del presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, ha llegado a pedir a las instituciones comunitarias que impongan sanciones a algunos miembros de ese Gobierno.

Ante la insistencia de Borges de tildar de dictadura a Venezuela, le ha preguntado con ironía si se refería “a la dictadura en la que ha habido 20 elecciones en los 18 últimos años; a la dictadura de un país donde hay más de 100 partidos legales; donde hay medios de comunicación que critican al Gobierno; o donde la oposición celebra sus primarias en uno de los poderes como el Consejo Nacional Electoral”.

Al contrario, el eurodiputado, que es vicepresidente de AFET, cree que “lo que pasa en Venezuela desde 2002 es que hay un intento gravísimo de cambiar al Gobierno por la fuerza” y que incluye “llamamientos a no reconocer al presidente y a derrocarlo”. Algo que en la práctica “se traduce en actos de violencia” por parte de algunos seguidores de la oposición. De hecho, Couso ha aportado algunos datos sobre las muertes de las últimas semanas en las protestas en Venezuela para desmontar las tesis de Borges y González de que el Gobierno es el responsable: “Las cifras son curiosas según quién las cuente. Ha habido 62 personas muertas en las últimas semanas en Venezuela, seis de esas muertes han sido provocadas, presuntamente, por agentes de seguridad que están en proceso de ser juzgados. Además, hay otros 23 funcionarios detenidos o buscados por la Justicia”.

Pero además de estas, “14 personas han fallecido en los saqueos promovidos por la oposición; ocho intentando pasar las barricadas; tres, por disparos de bandas criminales; y 15 porque transitaban cerca de alguna manifestación pero no participaban. Por lo menos 27 muertos eran simpatizantes del chavismo”. Couso considera preocupante el ejercicio de “negación del contrario” que está haciendo parte de la oposición a Maduro, “porque según la última foto real –la de las últimas elecciones-, el primer partido de la oposición es el Partido Socialista Unificado de Venezuela con 5.6 millones de votos”. “¿Los vamos a negar también a ellos?”, ha preguntado.

“Venían pidiendo elecciones y ya hay ruta electoral. Una Constituyente y también. Tienen las regionales en diciembre y las presidenciales en 2018. Peleen por esas elecciones y siéntense a dialogar y a resolver pacíficamente. ¿O qué es lo que buscan, una guerra civil o una intervención?”, sentenció.

Albiol, que es coordinadora del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica para Eurolat, comenzó su intervención criticando que el Parlamento Europeo parezca más preocupado por la democracia, la crisis económica y los derechos humanos en Venezuela que en otros países latinoamericanos o en el Estado español.

“Como ve –le ha dicho a Borges- este es un Parlamento muy preocupado por la democracia, pero por la de Venezuela”. La pregunta sería, por qué “mis colegas no están tan preocupados por la democracia en Honduras,  donde no se condenó el golpe de Estado” contra Manuel Zelaya, “o por la democracia en Brasil, país sobre el que ni siquiera hubo un debate tras el golpe de estado” a Dilma Roussef.

“Es un Parlamento muy preocupado también por los derechos humanos, pero por los de Venezuela. No se preocupan tanto por los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas que mueren en el Mediterráneo intentando llegar a Europa”, ha continuado.

Un Parlamento, “preocupado también por la crisis económica de Venezuela, claro. Pero no parecen tan preocupados por una crisis que hace que en el Estado español tengamos un 30% de pobreza infantil”.  En esta Cámara, ha dicho Albiol, “los diputados del Partido Popular español hablan más de Venezuela que de España”, lo cual “no deja de ser curioso”.

La portavoz de IU ha sido directa con Borges, poniendo en cuestión que “pueda hablar de democracia y libertad” cuando “usted llama a que las fuerzas armadas rompan su silencio”, en lugar de participar “en el diálogo abierto” y aceptar el proceso constituyente. “Habla de golpe de estado, pero el señor Maduro fue elegido en unas elecciones en 2013” y su mandato acaba en 2018. “Usted mismo es presidente fruto de unas elecciones legislativas: ¿Me puede decir si las que usted ganó han sido las únicas elecciones democráticas en Venezuela?”, le ha preguntado

Por último, Albiol también se ha referido a la etiqueta de “presos políticos” que utiliza tanto la oposición venezolana, como conservadores, socialdemócratas y liberales en Europa. “Cuando hablan de presos políticos, ¿a quiénes se refieren?, ¿a los que están detenidos por haber llamado al golpe de estado y haber incitado a la violencia en su país?”, ha apuntado la eurodiputada de IU en referencia a Leopoldo López.