Nicaragua insta a España a no injerir en sus asuntos internos
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, reitera sus críticas a España por su injerencia en los asuntos puramente internos del país centroamericano.
El ministro de Asuntos Exteriores nicaragüense abogó en una entrevista mantenida el martes con la cadena Russia Today (RT) por la “no injerencia” de otros países y por relaciones internacionales “en un plano de igualdad soberana”.
En este contexto, Moncada ha vuelto a señalar a España, incluyéndola dentro del grupo de naciones en cuyas embajadas se lleva a cabo una serie de actividades muy proclives a personas que quieren hacer “una campaña propagandística negativa” contra el Gobierno y las altas instituciones de Nicaragua.
“Hay una actividad de mucha injerencia y de irrespeto a las autoridades de Nicaragua”, declaró el jefe de la Diplomacia nicaragüense, para luego precisar que su persona ha instado a las misiones diplomáticas a trabajar para fortalecer relaciones sin “inmiscuirse en asuntos internos”. “Muchos diplomáticos, incluyendo el de España, actúan como si fueran ciudadanos nicaragüenses”, agregó.
El titular de la Cartera de Exteriores defendió que la política interna es competencia exclusiva de los nicaragüenses y rechazó que exista persecución alguna contra los opositores. En este punto, detalló que simplemente hay procesos de investigación en marcha de carácter normal contra aquellas personas que pueden haber cometido algún delito.
Tras destacar que en Nicaragua impera “una situación de paz, de estabilidad y de tranquilidad”, el alto diplomático denunció que su país es objeto de una agresión sistemática promovida por parte del “poder imperial” de EE.UU. y sus aliados como la Unión Europea (UE).
En línea con esta complicidad en la política de agresión contra Nicaragua, el funcionario resaltó que las críticas provenientes de los países europeos se basan en una serie de “confusiones y falsedades” que se generan simplemente para obstaculizar el proceso electoral en marcha.
Managua se ha convertido en objeto de críticas de ciertos países regionales y transregionales, con EE.UU. a la cabeza, por haber arrestado a varios opositores, principalmente bajo la imputación de haber recibido fondos del exterior. Los detenidos están acusados de haber incitado a la injerencia extranjera en los asuntos internos del país y pedido intervenciones militares contra la Administración de Daniel Ortega.
Nicaragua tacha cualquier crítica que se haga desde fuera del país de un ataque frontal y una evidencia de las injerencias extranjeras en sus asuntos internos, aseverando que neutralizará tales complots en su contra.
De hecho, el Gobierno del país centroamericano asegura que los detenidos siguen encarcelados por delitos relacionados con el lavado de dinero, y que estaban siendo dirigidos desde EE.UU. para promover un golpe de Estado.
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