Honduras: Intentan secuestrar a la periodista Sandra Maribel Sánchez de Radio Progreso
En Honduras han sido asesinados 79 periodistas desde el 2001. 92 por ciento de esos crímenes están en la impunidad, según datos del Comisionado de los Derechos Humanos. Es una cifra que fue aumentada con la militarización de la sociedad hondureña después del golpe de estado en junio 2009. El jueves a las 5.30 p.m. la colega Sandra Maribel Sánchez estuvo a punto de ocupar el No 80 dado que fue objeto de un intento de secuestro, afortunadamente abortado por la llegada de un carro. El autor se fugó.
“Llegué a mi casa en el carro y me agaché a recoger mi computadora que tenía en una mochila. Me estaba bajando del vehículo cuando yo sentí algo en mi cabeza y me di vuelta. Era un hombre apuntándome con una pistola que yo la identificó plenamente, que era pistola de 9 milímetros, nuevecita”, dice y agrega:
“El hombre me dijo que me metiera al carro. Está claro que no era para llevarse mi carro porque nadie se roba un carro tan viejo. Está claro que esto está ligado a muchas denuncias que yo he hecho en las últimas semanas directamente dirigidas a miembros de la Secretaría de Seguridad y también a las Fuerzas Armadas, esto me queda muy claro.
“Imagen de un militar”
Relata la colega que el presunto secuestrador no le pidió la mochila de computadora sino la apuntó directamente a la cabeza y le pidió que subiera al carro. En el momento en que el tipo estaba empujando la periodista Sánchez hacia adentro del vehículo, en contrasentido venía un vehículo grande e iba a aparcarse al otro lado de la calle, que es una calle estrecha y quedó muy cerca al vehículo de Sandra Maribel. Ella sospecha que el supuesto secuestrador se asustó, pensando que era un grupo de personas de la periodista por lo cual escapó.
“Era un hombre con un cuerpo que refleja a alguien que hace mucho ejercicio. Pero además el lenguaje y su cuerpo me indican la imagen de un militar. Éste se subió a una motocicleta sin placa, que aparentemente estaba encendida. Porque no escuché yo los sonidos que se escuchan cuando alguien enciende una motocicleta. Llamé a mi director para comunicar que estaba pasando”.
Fuerzas militares el 28 de junio 2009 cuando el presidente Manuel Zelaya fue derrocado. FOTO: DICK EMANUELSSON. |
Hija secuestrada
No es la primera vez que fuera víctima la compañera, insobornable y consecuente con los principios del periodismo auténtico. Hace dos años fue secuestrada su hija que vino a Honduras del exterior, permaneciendo privada de la libertad durante 24 horas.
Fue esa una señal de que las fuerzas oscuras del terrorismo institucional no descansan y su objetivo, en esta oportunidad fue una colega que ha enfrentado a los golpistas y generales del 2009, al Ministerio de Seguridad, a los corruptos políticos del establecimiento, en su programa en Radio Progreso.
Radio Progreso ha sido uno de los medios de comunicación que ha resistido los hostigamientos por parte de los sectores golpistas y económicos que han intentado silenciar a todos los medios y periodistas fieles al ABC del periodismo. No es un secreto de Estado que el establecimiento tiene muchos periodistas como asalariados, los llamados “tarifados”, que son más voceros políticos que comunicadores sociales al servicio del pueblo hondureño.
USAID financia la “protección”
Sandra Maribel es una compañera que no se rinde, a pesar de que la atacan en todas las formas y ahora hasta de la manera más bestial, con el fin de silenciarla definitivamente.
“No pienso exiliarme”, subrayó sin vacilar ante sus compañeros del gremio hondureño, “seguiré haciendo periodismo y ¡no pienso adherirme al Mecanismo de Protección de Periodistas y activistas del medio ambiente”!
Este último organismo, financiado y organizado por la fachada civil de la CIA, USAID, emplea sus funcionarios que son enviados a la casa del periodista que es hostigado por las fuerzas fascistas de la nación centroamericana. Ahí levantan un perfil del comunicador sobre todas sus rutinas; dónde vive, cómo vive, quienes son los familiares, que ruta de camino toma cuando sale y regresa a la casa, que tema periodísticos selecciona, quienes son los empleadores, cuáles son sus planes próximos, adónde va, si necesita una comitiva policial para cumplir su tarea en barrios o lugares peligrosos, cómo está construida la casa, cuáles son los “talones de Aquiles” donde un sicario podría matar al colega, etcétera.
Esto es como el combate a los cultivos de hoja de coca en Colombia, o el combate a los carteles de la droga que pasa por el territorio hondureño; cuánto más “protección” o más agentes de la DEA, respectivamente, más asesinatos de periodistas y más coca que pasa por la nación centroamericana.
Por eso hay un gran cuestionamiento entre los colegas hondureños acerca de aceptar o no, la “protección” de la USAID/CIA. Los hechos hablan por sí mismos.