Redacción •  Internacional •  01/11/2017

Cuatro refugiados rohingya fallecidos tras un naufragio en la Bahía de Bengala

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está profundamente entristecida por los reportes sobre la muerte de al menos cuatro refugiados rohingya tras volcar esta mañana el barco pesquero en el que viajaban junto a la costa sur de Bangladesh, en la bahía de Bengala. En el suceso resultaron también heridas varias personas, que han sido trasladadas a hospitales en la zona para recibir atención médica.

Cuatro refugiados rohingya fallecidos tras un naufragio en la Bahía de Bengala

Personal de ACNUR y colaboradores acudieron inmediatamente al lugar para proporcionar ayuda médica, comida, mantas y vestimenta a los supervivientes. Según el relato de los supervivientes, seis familias (42 personas en total, entre ellas muchas mujeres y niños) subieron a la embarcación en Gozon Dia, al sur de la ciudad de Maungdaw en el Estado de Rakhine (norte de Myanmar) aproximadamente a las dos de la madrugada. Encontraron mar picada, ante lo que se aproximaron a la orilla bangladesí en Imamerdail (subdistrito de Ukhia) hacia las 8:30 de la mañana, hora local.

Debido al fuerte oleaje la embarcación terminó volcando, atrapando a algunos de los pasajeros bajo ella. Un joven de 15 años falleció en el acto, y varias personas resultaron heridas al chocar contra el motor. El resto de pasajeros, un total de 22 personas, fue trasladado a hospitales y clínicas de ONG, pero tres murieron en el camino. Los 19 supervivientes fueron remitidos al centro de tránsito de ACNUR, cerca del campamento de Kutupalong, donde recibirán asistencia y apoyo. ACNUR se asegurará de que las familias no sean separadas durante el tratamiento médico.

ACNUR ha estado en contacto con las autoridades bangladeshíes para garantizar el tránsito seguro de manera sistemática y en un tiempo razonable, así como para impulsar las labores de rescate marítimo.

Miles de cameruneses buscan refugio en Nigeria

La violencia en áreas anglófonas de Camerún ha provocado la huida de muchos cameruneses a Nigeria. (© ACNUR/UNHCR)
GINEBRA, Suiza, 31 de octubre de 2017 (ACNUR/UNHCR). – ACNUR, la Agencia de las ONU para los Refugiados, junto con las autoridades locales en el sureste de Nigeria, están ofreciendo asistencia a los cameruneses recién llegados en busca de refugio y seguridad. Miles de personas han huido a Nigeria tras el resurgimiento de la violencia en zonas anglófonas de Camerún a principios de octubre.
Junto con las autoridades nigerianas, hasta la fecha ACNUR ha registrado a unas 2.000 personas, con la ayuda de sus socios locales en varios lugares del suroeste de Nigeria. Otras 3.000 están a la espera de ser registradas, al tiempo que más personas podrían estar atrapadas en los bosques del lado camerunés en su intento por cruzar la frontera.

ACNUR y la Comisión Nacional para Refugiados, Migrantes y Desplazados Internos (NCFRMI por sus siglas en inglés) están distribuyendo materiales humanitarios en el Estado de Cross River, en Nigeria.

Los equipos de ACNUR y Nigeria están realizando visitas conjuntas a diferentes ubicaciones para realizar una mejor evaluación de la situación y registrar a los recién llegados. La Agencia de la ONU para los Refugiados también ha entregado artículos de primera necesidad tales como colchones y mantas, mosquiteras, utensilios de cocina o productos de higiene personal, así como 40 toneladas de alimentos. ACNUR continuará la distribución de materiales de ayuda en varios lugares a lo largo de esta semana.

ACNUR está trabajando con el gobierno nigeriano y otras agencias de la ONU en un plan de contingencia, preparando asistencia humanitaria para hasta 40.000 personas que podrían cruzar a Nigeria. No obstante, ACNUR teme que la cifra de 40.000 llegadas pueda ser conservadora si el conflicto persiste.

Nigeria y Camerún están haciendo frente actualmente a una de las peores crisis humanitarias del mundo, con 2,5 millones de personas desplazadas por la insurgencia de Boko Haram en la región del lago Chad. La afluencia actual de cameruneses que buscan refugio en Nigeria plantea desafíos adicionales a la comunidad internacional y genera una carga extra para una asistencia ya de por sí limitada.


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