Alarma en Estados Unidos ante la gran movilización convocada por Trump el 6 de enero en Washington
Fuerzas federales y locales de Estados Unidos se preparan para la protesta más intensa de partidarios de Trump en su afán de revertir los resultados de las elecciones.
El viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en Twitter una gran protesta en la capital, Washington D.C., a celebrarse el próximo miércoles 6 de enero, justo el día en que el Congreso se reunirá para certificar los votos del Colegio Electoral y solidificar la victoria del presidente electo, el demócrata Joe Biden.
Hasta el momento, se barajan cuatro protestas, encabezadas por algunos de los partidarios más fervientes del magnate inmobiliario, con la intención de presionar a los legisladores republicanos para que se alineen en la misión de anular la victoria electoral de Biden.
Las reacciones de condena no tardaron en llegar, incluso uno de sus correligionarios, el senador republicano por Nebraska, Ben Sasse, criticó estas iniciativas. “El presidente y sus aliados juegan con fuego”, alertó.
Según el rotativo norteamericano USA Today, las fuerzas del orden federales y locales se están preparando para lo que podría ser la protesta más intensa de los simpatizantes del presidente saliente.
Por otra parte, varios grupos pro-Trump están incitando en línea a la desobediencia ciudadana y convocan a los descontentos a congregarse el 6 de enero en la capital.
Nuevo revés judicial en Texas para Trump
Mientras tanto, Trump continúa sufriendo reveses en su estrategia judicial para mantener la presidencial.
Jeremy Kernodle, juez de distrito de Texas y designado por Trump, ha desestimado este viernes una demanda del representante republicano por el estado de Texas, Louie Gohmert para otorgar al vicepresidente Mike Pence la capacidad de elegir discrecionalmente los votos electorales a contar el próximo 6 de enero. El juez ha estimado que los demandantes “alegan una lesión que no es razonablemente rastreable” a Pence, “y es poco probable que se repare con el alivio solicitado”.
La demanda nombraba a Pence, quien tiene un papel mayoritariamente ceremonial en el proceso de elección presidencial, como el acusado y pidió al tribunal que derogue la ley de 1887 que explica cómo el Congreso maneja el conteo de votos.
El propio Pence se había negado a firmar el referido plan de los republicanos para anular los resultados de estados indecisos como Arizona y decidir que el Congreso cuente solo a los electores pro-Trump en lugar de los que ganó Biden, situación que marca otro fracaso para el actual inquilino de la Casa Blanca en sus últimos días en la Presidencia.