Vallina pide a la UE apostar por el empoderamiento de la mujer en el mundo rural “en un momento crítico por el retroceso masivo de nuestros derechos”
La Eurocámara ha aprobado este jueves un documento suyo con una serie de recomendaciones al Consejo europeo de cara a la participación de la UE en la próxima sesión de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer que se celebra este mes.
Bruselas, 1 de marzo de 2018.
La eurodiputada de Izquierda Unida Ángela Vallina ha emplazado a la Unión Europea a presentar una propuesta decidida para fomentar el empoderamiento de las mujeres y niñas en el mundo rural, en la 62 sesión de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer que se celebrará en Nueva York entre el 12 y el 23 de marzo.
Vallina ha presentado este jueves en una sesión plenaria en Bruselas el documento que ha elaborado junto a la eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao, con una serie de recomendaciones de la Eurocámara al Consejo europeo de cara a esa cita -a la que ambas acudirán-, que se produce en “un momento crítico de retroceso masivo en los derechos de las mujeres y las niñas a nivel mundial”. El texto ha recibido un apoyo masivo del Parlamento Europeo, con 417 votos a favor, 48 en contra y 72 abstenciones.
Los datos no dejan lugar a dudas sobre ese retroceso, ha señalado Vallina, recordando aspectos como que “el 75% de la población mundial en extrema pobreza está en las zonas rurales”, que el 90% de los países del mundo “tiene al menos una ley que limita la igualdad económica de las mujeres”, y que millones de niñas del mundo rural “se ven privadas cada día del derecho a ir a la escuela” por tener que dedicarse a tareas de cuidados o del ámbito del hogar.
“Para romper el círculo de la pobreza es imprescindible impulsar el empoderamiento de las mujeres y niñas rurales a través del acceso a la educación, a la sanidad y a los recursos productivos”, ha reclamado.
Con este objetivo, el informe aporta una serie de aspectos clave que la UE debería defender en la ONU. Por ejemplo, la puesta en marcha de “políticas destinadas a erradicar la pobreza y garantizar un nivel de vida adecuado para las mujeres y las niñas a través de sistemas de protección social”; programas que “garanticen” que las mujeres y sus familias “tengan acceso a sistemas universales de protección social” y contribuyan a “reducir la brecha de las pensiones incidiendo así en su futura jubilación”.
También sobre el derecho y la garantía de acceso “a una atención sanitaria universal y de calidad que se adecúe a las necesidades de las mujeres y las niñas rurales, en particular por lo que respecta a la salud y sus derechos sexuales y reproductivos”. Acceso universal asimismo, que debe aplicarse a los “servicios de cuidado de la infancia y las personas mayores”.
En lo que se refiere al derecho al trabajo, Vallina ha pedido políticas que faciliten el acceso a “créditos y recursos productivos” de las mujeres y las niñas en el mundo rural; y que se garantice “el derecho de las mujeres rurales a ser propietarias de explotaciones agrarias y a heredar tierras”, lo que constituiría “una herramienta importante” para contribuir precisamente a su empoderamiento económico, y facilitaría su “participación plena en el desarrollo de las zonas rurales”.
Además, “que desarrolle políticas de empleo, servicios y programas dirigidos a atender las situaciones precarias de aquellas mujeres rurales que trabajan en el sector informal y que pueden enfrentarse a múltiples formas de discriminación interseccional por sexo, edad, clase, religión, etnia, discapacidad o identidad de género” y “proporcione asistencia y apoyo adaptados a sus necesidades e intereses”.
Vallina se ha referido a continuación a la violencia machista, y su informe insta a la UE a “condenar odas las formas de violencia contra las mujeres” y garantizar “que no se prive de un acceso igualitario a la asistencia y protección a ninguna de las víctimas en zonas rurales y aisladas”.
El informe hace mención también a la situación de los trabajadores migrantes y estacionales, “reclamando que se garantice el respeto de sus derechos fundamentales y los de sus familias, en especial de las mujeres y las niñas, y que promueva su integración en las comunidades locales”.
El texto pide, por otro lado, “la incorporación de la perspectiva de género en todas las políticas y programas” con recursos financieros y humanos adecuados; e instar a la “ratificación y la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”.
Y finalmente, un plan de “políticas agrícolas resilientes al cambio climático, que tengan en cuenta las amenazas específicas a las que las mujeres rurales se enfrentan como consecuencia de los desastres naturales o provocados por el ser humano”.
“Las mujeres y niñas en el mundo rural son agentes imprescindibles para lograr la erradicación de la pobreza en todo el mundo, terminar con el hambre, promover la agricultura sostenible y lograr la seguridad alimentaria”, ha afirmado Vallina.
La eurodiputada, que ha criticado al Partido Popular Europeo por haber sido el único grupo parlamentario que ha presentado enmiendas, ha vuelto a insistir en que “estamos en un momento crítico de retroceso masivo de los derechos de las mujeres y las niñas a nivel mundial” y ha hecho un llamamiento final al Consejo para adoptar todas estas medidas.