Uruguay. Protestas y reclamos por los desaparecidos al paso del nuevo presidente Lacalle Pou

La militancia del Partido Nacional y los otros partidos de la coalición esperaba con alegría y en un clima de fiesta, pero la espera no transcurrió en calma entre todos los presentes. Detrás del vallado sobre la vereda izquierda de Libertador, dos mujeres lloraban abrazadas. Una de ellas lucía la camiseta de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. Era la sobrina de José Luis Utrasún Terra, que reclamaba que la dejaran pasar para sostener la foto de su tío desaparecido y detenido en dictadura en agosto de 1978. En la vereda de enfrente, estaban congregados otros miembros del grupo que portaban, como siempre, las fotos que mantienen despierta la lucha por la búsqueda de verdad y justicia. “Esto es lo que va a hacer este gobierno”, dijo señalando el vallado: “recortar derechos”. “Lo único bueno es que ganaron ahora, pero no ganan nunca más”, añadió. El pequeño grupo de familiares que quedó separado del resto manifestó que vivieron el momento “con asco”, explicaron que estaban allí “para reivindicar que cumplan lo que prometieron” en relación a la búsqueda de desaparecidos y anticiparon que la búsqueda se verá entorpecida durante este período de gobierno.

Cuando la cachila que trasladaba a Lacalle Pou pasó frente a donde estaba Familiares, redujo la velocidad y el presidente se llevó una mano al pecho, moviendo su cabeza de arriba hacia abajo, en señal de respeto.“¡Nunca más, nunca más!”, gritaban. Algunos de los integrantes de la organización abuchearon y gritaron en rechazo a las nuevas autoridades: “Asesino”, se llegó a escuchar varias veces entre los gritos.

Durante la espera también hubo momentos de tensión frente al IPA, donde se congregaron colectivos contra la reforma Vivir sin Miedo y militantes de izquierda en repudio a los presidentes de Brasil, Chile y la delegación de Bolivia, en la que no estuvo presente la presidenta Jeanine Áñez. “Fuera Piñeira genocida”; “viva la lucha de los pueblos bolivianos”; “fuera golpistas de este territorio”, eran algunos de los carteles que sostenían. Mientras Lacalle Pou pronunciaba su discurso, comenzaron a cruzarse insultos entre los presentes a ambos lados del vallado. Desde el lado izquierdo de la avenida una niña gritó: “Vayan a laburar comunistas”, mientras otros repetían “se terminó el recreo” y les gritaban: “anti uruguayos”. Del otro lado contestaban: “Mamarrachos, perdieron la memoria”; “recuerden la matanza de los blancos”, que se mezclaban con los cantos contra Sebastián Piñera y Bolsonaro: “Fuera genocidas”. También arengaban: “El que no salta es facho”, mientras del lado del frente recibían gestos de repudio.

Los cruces continuaron por largo rato hasta que comenzó la recorrida. A los cánticos de los colectivos contra la reforma, los militantes del Partido Nacional y Cabildo Abierto intentaban taparlos con sus vuvuzelas y levantaban sus banderas: “Que no se escuchen, se les terminó”, gritaba un hombre.

Este domingo, Sebastián Piñera viajó a Uruguay como invitado especial para asistir al cambio de mando presidencial, junto con distintos mandatarios como Jair Bolsonaro, Iván Duque y Felipe VI.

Mientras se encontraba en la ceremonia de asunción de Luis Alberto Lacalle, el nuevo presidente de Uruguay, un grupo de personas se dispuso a esperar a Piñera manifestándose en contra de sus políticas.

“Piñera represor, el pueblo uruguayo te repudia”, se leía en un gran cartel desplegado en la Avenida Libertador, una de las principales avenidas de la ciudad de Montevideo.

Junto con esto, mientras Lacalle se encontraba haciendo el recorrido presidencial tras el cambio de mando, mediante un noticiario uruguayo que estaba cubriendo en vivo la asunción, se observaron carteles en los cuales se leía “Piñera asesino”, desplegados por otro grupo de manifestantes.

Además, de acuerdo con una plataforma uruguaya, las calles de Montevideo amanecieron con carteles para recibir a los mandatarios de derecha que asistirían a la ceremonia, siendo Piñera el protagonista de las intenciones.

“Represores de América Latina, el pueblo uruguayo los repudia“, se leía uno de los carteles, aludiendo a la presencia del ultra derechista Jair Bolsonaro, cuya última inventiva fue convocar a una marcha para cerrar el Congreso brasileño, e Iván Duque, quien se encuentra en una situación similar a la de Piñera, con sus políticas siendo fuertemente cuestionadas por el pueblo colombiano, a través de una serie de protestas y manifestaciones que llevan más de tres meses en desarollo.