Indignación internacional por la masacre cometida por Israel en el Día de la Tierra Palestina

La comunidad internacional no ha podido mirar hacia otro lado ante los sucesos del Día de la Tierra en Gaza. Las fuerzas militares israelíes, que ya habían anunciado con descaro su intención de reprimir violentamente la Marcha del Retorno celebrada fuera de los territorios que ocupados por colonos en Gaza, abrieron fuego contra los participantes en la misma causando la muerte a al menos 17 personas e hiriendo a 1500 más.

Las reacciones no se han hecho esperar. Nada más conocerse la gravedad de los acontecimientos, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, planteó al Consejo de Seguridad la exigencia de una investigación independiente. Así mismo, la ministra de exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, habitualmente mucho más taimada en sus declaraciones en dirección a Israel, se sumó ayer a la exigencia de una investigación independiente y a la reanudación de las negociaciones de paz para “dar una salida política al conflicto”.

Las condenas no se limitaron a los máximos órganos de dirección de las entidades supranacionales. En Estados Unidos el influyente senador demócrata Bernie Sanders, un político de origen judío, ha condenado los acontecimientos y señalado que los palestinos tienen que tener derecho a protestar pacíficamente.

The killing of Palestinian demonstrators by Israeli forces in Gaza is tragic. It is the right of all people to protest for a better future without a violent response.

— Bernie Sanders (@SenSanders) 31 de marzo de 2018

A pesar de todo, la moción del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha prosperado, vetada como no podía ser de otro modo por los Estados Unidos, histórico garante de los intereses de Israel en el plano internacional. No ha trascendido la naturaleza de las objeciones estadounidenses a la propuesta de resolución.

Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, elogiaba la actitud de las fuerzas de ocupación señalando que habían cumplido con su deber para “garantizar la paz y permitir a los israelíes celebrar la Pascua con seguridad”.  La justificación israelí apunta a combates contra elementos armados entre los manifestantes que habrían “puesto en riesgo la seguridad de la frontera”. Sin embargo, las pruebas gráficas de los sucesos apuntan en la dirección diametralmente opuesta. Al margen de las amenazas y provocaciones enviadas desde días antes a la celebración de la Marcha por parte de las autoridades israelíes, así como su despliegue de cientos de francotiradores y artillería en la frontera, las imágenes tomadas durante los sucesos muestran una intención deliberada por atacar a los participantes desarmados. En un durísimo vídeo difundido por el diario Haaretz se puede apreciar como los francotiradores israelíes abaten mortalmente a Abed el-Fatah, de 18 años mientras intenta ayudar a otro joven a huir de los disparos de los francotiradores. Las fuerzas israelíes abren fuego contra ellos mientras corren en dirección contraria a la zona fronteriza.

(El contenido del video puede herir la sensibilidad)

Esta mañana el ministro de defensa israelí, el polémico ultraderechista Avigdor Lieberman afirmaba en una entrevista en Galatz, la emisora de radio oficial de las fuerzas militares del país, que no habría ningún Comité de Investigación internacional. El ministro de defensa declaraba con su tradicional tono beligerante que los soldados participantes en la masacre habían hecho lo necesario. “Pienso que nuestro soldados merecen una medalla”, ha declarado el ministro. Ante el asesinato de 17 participantes desarmados en una marcha de protesta. Una medalla.