Y el líder del Frente Polisario abandonó España
- Brahim Gali quedó en libertad sin cargos tras declarar ante el juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional.
- El presidente de los saharauis volvió a Argelia una vez superada la COVID-19 para seguir su recuperación.
El secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, abandonó España después de permanecer mes y medio en el hospital San José de Logroño, a donde llegó en una situación de extrema gravedad para ser tratado de COVID-19, al encontrarse en libertad sin cargos.
La salida del líder saharaui y presidente de la República Árabe Saharaui (RASD) se produjo poco antes de las dos de la madrugada del miércoles 2 de julio, al día siguiente de haber declarado voluntariamente por videoconferencia desde el hospital ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que decretó su libertad.
El juez determinó que no procedía la prisión provisional ni otro tipo de medida cautelar contra Brahim Gali, lo que habían solicitado los querellantes, la denominada Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Asadedh) y el saharaui con nacionalidad española Fadel Mihdi Breica.
El juez Pedraz en su auto señala la ausencia de riesgo de fuga por parte de Brahim Gali; dice que además de no sustraerse a la acción de la justicia se ha personado en la causa y ha accedido a declarar, incluso dado el estado de salud en el que se encuentra “que bien le hubiera permitido a su defensa solicitar posponer la declaración”.
Sobre el informe de las acusaciones, el magistrado señala que “no ha suministrado elementos siquiera indiciarios que avalen la existencia de motivos bastantes para creerle responsable de delito alguno”.
El líder del Frente Polisario, el movimiento de liberación saharaui, recibió en la tarde del martes 1 de junio el alta médica a petición propia en el hospital de Logroño y por la noche fue llevado en ambulancia al aeropuerto de Pamplona.
Con Gali han viajado en un avión civil fletado por Argelia el familiar que ha estado todo este tiempo con él, un acompañante que llegó después y un médico con destino a Argel, donde seguirá su recuperación, posiblemente en un hospital militar.
En la noche del martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores informó de que se había comunicado a las autoridades marroquíes, a través de los cauces diplomáticos, la salida de Gali, y que lo hacía con la documentación a su nombre con la que entró en España, un pasaporte diplomático argelino.
Las autoridades marroquíes se quejaron de no haber sido informadas de la acogida en España del jefe del Frente Polisario, a pesar de que la ministra Arancha González Laya aseguró todo lo contrario; este martes volvió a recordar que el líder saharaui “llegó a España en situación crítica y fue acogido por razones humanitarias”.
Marruecos, que hizo de la presencia de Gali en Logroño causa de su grave crisis diplomática con el Gobierno de Pedro Sánchez, reconoció el lunes 31 de mayo que en realidad se debía a que España no apoya su soberanía sobre el Sáhara Occidental, afirmó que nunca instrumentalizó el separatismo contra España y añadió que no se puede luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino.
El presidente del Gobierno califico la actitud de Marruecos y el asalto a las fronteras españolas de más de 10.000 marroquíes en 48 horas de “absolutamente inaceptable”, en lo que ha insistido tras el Consejo de Ministros de los martes la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, al decir que “no es admisible” que Marruecos “desafíe las fronteras e integridad territorial” de España.