El inminente colapso de la respuesta humanitaria en Gaza preocupa a las ONG

Las organizaciones humanitarias creen que la situación en Gaza sigue empeorando a un ritmo alarmante. Hasta el 27 de agosto, se han registrado 40.435 personas fallecidas y 93.534 heridas, con muchas aún desaparecidas bajo los escombros.

En medio de esta crisis, 16 órdenes israelíes emitidas en agosto han desplazado forzosamente a más de 260.000 civiles, interrumpiendo gravemente el acceso a la ayuda humanitaria y afectando a al menos 24 organizaciones humanitarias. La población civil, incluido el personal humanitario, ha sido empujada a una «zona humanitaria» unilateralmente declarada por Israel, que ahora representa solo el 11% de Gaza, con una densidad de población que ha aumentado drásticamente a 30.000-34.000 personas por kilómetro cuadrado.

Las órdenes de desplazamiento forzado están empujando a civiles y personal humanitario a una zona cada vez más pequeña. Declarada unilateralmente por las autoridades israelíes como “zona humanitaria” y con una superficie inferior a 40 kilómetros cuadrados, es un espacio donde siguen estando inseguros por las operaciones militares. Solo en agosto, más de 250.000 personas han sido desplazadas y el personal, las oficinas, los refugios y los almacenes de más de 24 ONG se han visto afectados.

Estas nuevas restricciones llegan en un momento en el que la respuesta humanitaria ya está gravemente obstaculizada. En julio, se batió el récord de menor entrada de ayuda alimentaria desde el inicio de la ofensiva militar, hace más de 10 meses.

“Israel exige que los civiles se trasladen a una zona cada vez más pequeña de Gaza que no les ofrece ninguna seguridad frente a la guerra. Además, las ONG se enfrentan a enormes obstáculos para entregar la ayuda, con su personal siendo continuamente desplazado y sin forma segura de operar. Si estas condiciones continúan, obstaculizarán gravemente las operaciones humanitarias hasta el punto de que resultará imposible entregar ayuda esencial a los civiles en Gaza”.

“No hay forma de proteger a los civiles ni de disminuir el riesgo para nuestro personal. Un alto el fuego es la única opción para garantizar la seguridad de civiles y de personal y que la ayuda llegue a los millones de personas que tanto la necesitan”, declara Oday Karsh, director general de la ONG palestina REFORM.

Las crecientes restricciones a las ONG incluyen:

• Ausencia de medidas efectivas para proteger al personal humanitario en Gaza. Las ONG internacionales y locales están asumiendo un nivel de riesgo sin precedentes para entregar la ayuda. No hay formas de mitigación de riesgos disponibles para los actores humanitarios. Las dos disposiciones de seguridad establecidas por las autoridades israelíes son ineficaces. Son la llamada «zona humanitaria», que carece de fundamento legal y no proporciona seguridad debido a los repetidos ataques dentro de esta zona, y el sistema de notificación humanitaria, que tampoco ofrece ninguna protección real a tenor de los repetidos ataques contra sitios no conflictivos, incluidas las instalaciones de las ONG internacionales y locales.
• Las autoridades israelíes han impuesto un sistema por el que han dividido toda la Franja en bloques. Muchos bloques que recientemente recibieron órdenes de desplazamiento forzado se encuentran dentro de la “zona humanitaria”, lo que genera preocupación de que la zona pueda dividirse en dos áreas separadas, alejando aún más a las comunidades de la asistencia humanitaria vital.
• Al emitir órdenes de desplazamiento forzado, el ejército israelí deja claro que seguirán llevándose a cabo operaciones terrestres en esas zonas. Esto deja a las organizaciones humanitarias sin más opción que trasladar y reducir continuamente su área operativa, lo que hace imposible responder y satisfacer las crecientes necesidades humanitarias.
• Las severas limitaciones a los artículos permitidos en Gaza dificultan la distribución de los de primera necesidad y aumentan los riesgos para el personal humanitario. Las autoridades israelíes han prohibido la entrada a Gaza de una amplia gama de productos por su posible doble uso con fines militares, incluidos pañales y antibióticos.

“La respuesta humanitaria en Gaza está al límite, dejando a miles de personas sin servicios básicos. Ningún lugar es seguro ya que la gente vive con el temor constante de desplazamientos forzados y nuevos ataques. Debemos proteger las zonas civiles y garantizar la seguridad del personal humanitario para que pueda seguir proporcionando asistencia esencial a quienes más lo necesitan. Es hora de actuar y demostrar que la humanidad no está muerta”, señala Camilla Dogliotti, de la ONG Humanity & Inclusion.

Las ONG instan a la comunidad internacional a tomar medidas para garantizar un alto al fuego inmediato y duradero para proteger a la población civil y garantizar que la ayuda humanitaria vital les pueda llegar a todas las personas necesitadas, sin comprometer la seguridad del personal humanitario.

4 Retrato del Acceso Humanitario en Gaza