Trump da positivo de covid-19, que obliga a Europa a endurecer restricciones
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la noche del jueves que dio positivo de coronavirus y entró en cuarentena, mientras nuevas medidas se imponen en Europa para tratar de frenar la mortal pandemia.
«Esta noche la Primera dama y yo dimos positivo de covid-19. Empezaremos inmediatamente nuestra proceso de cuarentena y de recuperación. ¡Venceremos esto JUNTOS!», escribió el mandatario en Twitter.
Trump está «bien» y cumplirá sus «funciones sin interrupción» desde la Casa Blanca, donde hará la cuarentena con la primera dama, dijo el doctor del mandatario, Sean Conley, en un comunicado.
Trump había confirmado antes en una entrevista con Fox News que Hope Hicks, una consejera, dio positivo al nuevo coronavirus, añadiendo luego en Twitter que él y su esposa Melania se habían sometido a una prueba y esperaban los resultados.
Hicks estaba a bordo del Air Force One con el presidente rumbo a Cleveland, Ohio, el martes para el debate contra Joe Biden, y luego el miércoles a Minnesota para un mitin de campaña. Tras conocerse el positivo, Trump anuló un viaje de campaña a Florida.
Trump se suma a la lista de responsables políticos que han contraído el virus, entre ellos el presidente brasileño Jair Bolsonaro y el primer ministro británico Boris Johnson.
A nivel mundial, Estados Unidos es, con mucha diferencia, el país más afectado por el covid-19, con más de 206.000 fallecidos y 7,2 millones de contagios.
Desde que surgió en diciembre pasado en China, el nuevo coronavirus ha causado 1.019.267 muertos en todo el mundo y contagiado a más de 34 millones de personas, según un recuento de la AFP este viernes a partir de fuentes oficiales.
América Latina y el Caribe es actualmente la región más golpeada, con más de 347.000 fallecidos y casi 9,4 millones de casos, pero Europa le sigue en número de muertos (233.099) y tiene además 5,5 millones de contagios.
– París al borde de «alerta máxima» –
En el Viejo Continente, donde se multiplican los rebrotes, el aumento en los nuevos casos es vertiginoso, y obligaron el jueves a países como Francia o España a imponer más medidas, como ocurrió en Madrid a pesar de la oposición de las autoridades locales.
España, que ya suma 31.800 decesos desde el inicio de la pandemia, es hoy en día el país de la Unión Europea con la peor incidencia del virus, 284 casos por cada 100.000 habitantes, cifra que se dispara en la capital (735 casos).
Ante esta situación epidemiológica «preocupante», el gobierno del socialista Pedro Sánchez impuso este jueves duras restricciones a la movilidad en Madrid, aunque las autoridades locales se oponen a ellas.
En un plazo de 48 horas, la capital de 3,2 millones de habitantes y otros municipios deberán respetar las medidas ya en vigor desde la semana pasada en algunas zonas de la región, donde los vecinos no pueden salir de sus vecindarios salvo para trabajar, ir al médico o llevar a los niños al colegio.
En Francia, también muy golpeada por la pandemia y que últimamente ha registrado hasta 16.000 nuevos contagios diarios, las autoridades sanitarias anunciaron que París está a punto de pasar al nivel de «alerta máxima», a partir del lunes.
De continuar con la tendencia actual, París y su cinturón urbano, donde viven casi siete millones de personas, deberán cerrar bares y restringir severamente las reuniones sociales.
«No más reuniones familiares, no más salidas nocturnas y un cierre total de los bares», advirtió el ministro de Salud, Olivier Véran.
Francia superó la cifra de 32.000 muertos el jueves.
La situación no es mucho mejor en Reino Unido, el país más enlutado de Europa con más de 42.000 decesos.
Liverpool, donde viven 1,5 millones de personas, deberá restringir las reuniones familiares, y las autoridades recomendaron no asistir a eventos deportivos, ni acudir a las residencias de ancianos.
Pero la presión económica es al mismo tiempo enorme: así, la UEFA autorizó el retorno del público a los estadios europeos, por ejemplo para la Liga de Campeones, aunque con un límite del 30% en el aforo.
Con las economías asfixiadas por el confinamiento, América Latina, que tiene a Brasil como el país por el virus (más de 142.000 decesos, segundo detrás de Estados Unidos), continúa flexibilizando restricciones
Cuba levantó a partir del jueves el toque de queda nocturno que rigió por un mes en La Habana para controlar la pandemia, por lo que la capital retomará sus actividades económicas, aunque aún sin turistas extranjeros.
Perú anunció que reanudará el lunes los vuelos internacionales con siete países latinoamericanos (Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Chile), tras casi siete meses de cierre. Sus museos y santuarios arqueológicos volverán a recibir visitantes a partir del 15 de octubre.
A pesar de la pandemia, miles de migrantes hondureños ingresaron el jueves en caravana a Guatemala, en una peligrosa travesía que busca llegar a Estados Unidos para escapar de la pobreza y la violencia en su país.
Si bien la situación económica es muy complicada desde hace años en algunos países América Central, los estragos de la pandemia en la economía mundial y regional no dejan de empeorar y llevan a millones de personas a la pobreza.
Con el coronavirus se perdieron unos 34 millones de empleos en América Latina y el Caribe, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que advirtió que la reactivación económica pospandemia amplificará las desigualdades en la región.