Reforma de jubilación en Francia, gobierno se muestra más conciliador
El gobierno francés mostró hoy una cara más conciliadora sobre su reforma de la jubilación, aunque sin renunciar a su empeño en implementarla, al cumplirse la trigésima jornada de un paro en rechazo a la misma.
Evidentemente, todo el mundo no partirá al retiro a la misma edad, es nuestro deseo que la mayor cantidad de personas posible se beneficie de la jubilación anticipada, declaró en la televisión pública la portavoz gubernamental, Sibeth NDiaye.
La vocera precisó que ya se han propuesto soluciones para quienes trabajan de noche, entre ellas reducir el número de jornadas nocturnas necesarias para acceder al retiro anticipado.
NDiaye manifestó optimismo con la nueva ronda de diálogo entre el ejecutivo y los sindicatos, prevista el 7 de enero, un proceso que no ha dejado hasta ahora resultados importantes, ante la firmeza de las partes en sus posiciones.
En ese sentido, insistió en que la reforma es un instrumento justo, un criterio repudiado por organizaciones sindicales, como la Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera, y políticas como el Partido Comunista y La Francia Insumisa, que exigen la eliminación de la iniciativa, al considerarla devastadora para el bolsillo de los retirados y favorable a intereses financieros.
La reforma impulsada por el presidente Emmanuel Macron consiste en establecer un sistema universal por puntos, que sustituya los 42 regímenes especiales de pensiones actuales, y una edad de equilibrio de 64 años, a la cual habría que llegar para evitar descuentos, aunque sin cambiar la edad oficial de jubilación (62).
Macron descartó en su discurso de fin de año renunciar a su plan e indicó al primer ministro Edouard Philippe avanzar en el proyecto con los sectores que estén de acuerdo, una postura que generó críticas y acusaciones de darle la espalda a la mayoría de los franceses, descontentos con la reforma.
La huelga nacional entró hoy en su día 30, con algunas mejoras en el transporte público, pero aún muy lejos de la normalidad, sobre todo en la circulaciones de trenes.
Los sindicatos que mantienen una posición radical de rechazo a la iniciativa, liderados por la CGT, convocaron para el 9 de enero a nuevas protestas en el país, como las que el 5, el 10 y el 17 de diciembre llevaron a las calles a cientos de miles de personas.
Por su parte, gremios del sector de las refinerías anunciaron el bloqueo de la salida de combustibles de esas instalaciones durante 96 horas (del 7 al 10 de enero), una acción que el gobierno calificó de ilegal.
Ayer sindicatos de la aviación, en particular de la aerolínea bandera Air France, señalaron que se incorporarán al paro, bajo el argumento de que el plan de Macron conducirá a la desaparición del fondo de pensiones suplementario, dotado de cinco mil millones de euros.
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