¿Quién es Keiko Fujimori, candidata a la Presidencia de Perú?
Durante la campaña electoral, Keiko Fujimori prometió que indultará a su padre Alberto Fujimori, quien cumple 25 años de prisión.
Keiko Fujimori se medirá el próximo 6 de junio al candidato Pedro Castillo de Perú Libre en la segunda vuelta electoral para definir al sucesor del presidente interino de esa nación, Francisco Sagastí.
Esta es la tercera oportunidad en que la hija del expresidente Alberto Fujimori intenta alcanzar la Presidencia de Perú, desde que 2009 fundó el partido Fuerza Popular.
La primera vez fue contra Ollanta Humala, en 2010, y la segunda contra Pedro Pablo Kuczynski, el último mandatario electo por vía democrática en Perú.
Para estas elecciones, Keiko Fujimori ha tomado la bandera de su padre, reivindicando el decenio fujimorista y prometiendo que, de ganar la Presidencia, indultará al exmandatario.
Alberto Fujimori que cumple al menos 25 años de prisión por delitos de corrupción y ejecuciones extrajudiciales realizadas durante su mandato.
En las campañas para los comicios de 2011 y 2016, desde su partido político, Keiko intentó alejarse discursivamente del Gobierno de su padre, con el claro objetivo de limpiar su imagen política.
Carrera Política
A la edad de 19 años, Keiko se convirtió en la primera dama de Perú cuando sus padres se separaron, ocupando ese puesto por cuatro años.
En 2006 resultó electa congresista por Alianza por el Futuro, siendo la líder de la bancada fujimorista, donde tomó las riendas por la defensa de su papá, quien se encontraba detenido en Chile tras la orden de captura en su contra.
El Congreso, en el 2000, determinó la salida del expresidente por incapacidad moral, tras revelarse el escándalo de corrupción general en su Gobierno, conocido también como ‘vladivideos’, el cual desató la crisis política.
Tras la detención de su padre por cargos de corrupción, Keiko fundó en 2009 el partido político Fuerza Perú, en un intento de ganar la simpatía de los sectores de derecha y económicos que apoyaban al expresidente.
La estadía de la candidata en el Congreso ha sido calificada de impopular por obstruccionista, principalmente, al intentar frenar las leyes que reclamaban cambios políticos demandadas por la población peruana.
Escándalos de Keiko Fujimori
La aspirante a la Presidencia de la República se presenta a la segunda vuelta en medio de varias causas judiciales abiertas en su contra por presuntos actos de corrupción.
Según la agencia peruana de noticias Andina, Keiko Fujimori es investigada desde 2018 por aportes irregulares en el caso denominado Lava Jato.
Ese año fue detenida y liberada, esto último por concesión realizada por el Tribunal Constitucional. En 2020 nuevamente fue detenida, aunque fue puesta en libertad luego por decisión de la Sala de Apelaciones.
Actualmente, cumple una medida de comparecencia restringida que fue aplicada en mayo del 2020, por lo que debía recibir permisos del juez a cargo del caso cuando necesita viajar desde Lima (capital) a otras regiones del interior del país durante la campaña electoral.
Otra de las causas contra la candidata es la relacionada con los fondos para las campañas electorales de 2011 y 2016 por el presunto lavado de dinero, al no haber declarado millonarias donaciones de grandes empresas que aparentemente ocultaron en una contabilidad ficticia.
Entre el dinero que presuntamente escondieron en pequeñas y numerosas donaciones falsas de personas particulares puede haber 3.6 millones de dólares y un millón de la constructora Odebrecht. Por estas investigaciones, pasó 15 meses en prisión provisional, entre octubre de 2018 y mayo de 2020.
Campaña Electoral
En un intento por ganarse la simpatía de los sectores que sienten afinidad hacia el Alberto Fujimori, Keiko se adueñó del eslogan «mano dura» contra la delincuencia.
De esta manera, pretende activar el recuerdo del Gobierno de su padre, explotando la idea de que fue el presidente que venció a la subversión.
“Así como derrotamos al terrorismo, derrotaremos a la delincuencia”, ha repetido la candidata durante toda la campaña.
Debido a las recientes protestas sociales, los cambios políticos y la fragmentación del Congreso peruano, quien resulte vencedor el próximo 6 de junio deberá establecer alianzas para poder llevar adelante su Gobierno y los reclamos surgidos tras las manifestaciones del 2020.
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