El movimiento de los Chalecos amarillos analiza nuevas formas de resistencia
A un año del inicio de las movilizaciones de los chalecos amarillos en Francia, cientos de chalecos amarillos se han congregado en Montpellier en la "Asamblea de asambleas" para analizar nuevas formas de protesta y resistencia. La situación en el mundo rural y agrícola, así como la visibilidad en los medios de comunicación, son algunas de las principales preocupaciones del movimiento.
En el centro de las preocupaciones está en particular la visibilidad del movimiento en los medios y en particular llegar a los sectores dedicados a las actividades agrícolas en las provincias. En la plenaria, que termina mañana domingo, se alternan sesiones secundarias y talleres por grupo de diez personas, y los debates son programados por los moderadores para que todos puedan aportar sus soluciones. «Comenzamos en un contexto de represión muy fuerte (…) con un sentido de urgencia para resolver los problemas. Ahora llega el momento de un trabajo más largo con bases sólidas», explica Christophe Chapuis. Entre las preguntas recurrentes en las sesiones surge la de cómo organizarse ante la represión; cómo actuar en el contexto municipal; ¿Cómo trabajar con otros movimientos?
La segunda preocupación pasaría por una mejor legibilidad del movimiento y sus objetivos. «Para encontrar el vínculo con la población, debemos comunicarnos y sanar la imagen del movimiento», imdicó una fuente de los chalecos amarillos.
Desde las grandes movilizaciones de finales de año 2018, el movimiento social se ha estancado, mientras el gobierno intentaba cumplir con las expectativas de los chalecos amarillos.
Uno de los primeros anuncios del presidente a mediados de diciembre de 2018 fue abordar una de las razones de la movilización, la existencia de trabajadores pobres y la demanda de un mayor poder adquisitivo. Al anunciar la expansión y revaluación de la bonificación de actividad, el gobierno tenía la intención de cumplir la promesa de Emmanuel Macron de aumentar los ingresos de las personas pagadas con el salario mínimo en 100 euros.
Otra medida para «abordar el problema del poder adquisitivo», a las empresas se les permitía pagar, a los empleados que pagaban hasta 3600 euros por mes, un bono excepcional de hasta 1000 euros, sin contribuciones de seguridad social. , ni impuestos.
Al acercarnos al primer aniversario de su movilización, la primera demostración data del 17 de noviembre de 2018, los chalecos amarillos llegaron este sábado 2 de noviembre a las calles de París, Toulouse y otras ciudades para realizar su protesta número 51. La partida de la procesión que reunió a cientos de personas fue filmada por el periodista independiente Charles Baudry. Como indica la página del evento de Facebook , este nuevo acto de movilización, que tiene lugar dos semanas antes del primer aniversario del movimiento, tiene como objetivo decir no a la «manipulación de los medios».
La declaración denuncia, entre otras cosas, el hecho de que «los canales de noticias y los políticos solo hablan sobre del Islam como una cortina de humo», para «ocultar los problemas y debates reales, como salarios, pensiones, pobreza, ecología e impuestos «.
Alrededor de 300 chalecos amarillos también marcharon en silencio bajo la lluvia en Toulouse. Los manifestantes tenían el eslogan: «Los pueblos del mundo están despertando, continuemos», en referencia a los movimientos sociales que están sacudiendo a Chile, Líbano, Argelia.