Mayoría de brasileños contra flexibilización de reglas sobre armas
El 73 por ciento de los brasileños desaprueba el porte de armas para ciudadanos comunes y el 61 rechaza la flexibilización de las reglas de posesión de esos ingenios bélicos, según una encuesta de la empresa Ibope.
Citada por el portal digital del diario O Globo, la muestra del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) se realizó en marzo a dos mil dos ciudadanos en 143 municipios.
En cinco meses de Gobierno, el presidente Jair Bolsonaro emitió tres decretos para flexibilizar la posesión y el porte de armas en Brasil, una de sus principales banderas de campaña.
Siete de cada 10 personas escuchadas en las periferias brasileñas discrepaban de la flexibilización.
Con la posesión del aparato de guerra el ciudadano puede tenerla dentro de casa o en el trabajo. En el caso del porte, la persona puede andar armada en la calle.
De acuerdo con la investigación existe una diferencia de criterio en las regiones del país, donde el mayor apoyo se registró en la zona sur con 48 por ciento.
Por su parte en el norte y centro oeste, el respaldo fue de 43 por ciento, mientras que en el sudeste resultó del 35 y 33 en el nordeste.
Respecto al género, el 50 por ciento de los hombres apoya la flexibilización de la posesión de armas frente al 27 de las mujeres.
Acerca del porte, un 34 por ciento de los hombres lo celebra, al igual que un 18 de mujeres.
En otra arista, el sondeo revela que el 51 por ciento de los encuestados no considera que el aumento de personas armadas suponga una sociedad más segura.
Un 37 por ciento tampoco estima que tener un arma en casa proporcione más seguridad, aunque un 31 asegura que con una en el hogar estarían más seguros.
Recientemente la coordinadora del Instituto Sou de la Paz, Natália Pollachi, alertó que ese decreto que flexibiliza la posesión de armas de fuego tiende a ‘facilitar la comisión de suicidios y la violencia contra la mujer’.
Aseguró que el arma en casa está disponible al propietario, pero también a todos los que viven en ella.
En Brasil, cada tres días, un niño es internado por accidente con arma de fuego.
Datos del Ministerio de Salud muestran que entre 2015 y 2018 hubo 518 ingresos de niños y adolescentes de hasta 14 años por ese motivo.
‘Tenemos la preocupación de que la mayor cantidad de armas en circulación va a aumentar los accidentes con armas en niños’, señaló la máster en Relaciones Internacionales.
Explicó asimismo que la presencia del arma de fuego facilita la acción impulsiva, muchas veces cometida por los más variados motivos como la pérdida de un empleo o de un familiar, o aún en medio de un proceso de depresión.
‘La persona entonces tiene a su disposición un medio casi instantáneo de cometer el acto. Facilita mucho la comisión y dificulta mucho la posibilidad de supervivencia’, recalcó.
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