HAMAS detectó a espías israelíes en Gaza por sus ‘acentos’ árabes
Las fuerzas de HAMAS lograron detectar a un comando israelí que entró en Gaza el mes pasado para realizar espionaje debido al acento árabe de los israelíes.
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A mediados de noviembre, un comando de fuerzas especiales del régimen de Israel se infiltró en la Franja de Gaza para realizar una operación de espionaje, la cual acabó con siete combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), entre ellos un comandante, así como un oficial israelí.
En declaraciones publicadas el lunes por el diario británico The independent, Hazem Qassem, vocero de HAMAS, explicó que los israelíes se hicieron pasar por médicos de una oenegé y usaron carnets de identidad de lugareños del enclave palestino.
“Tenían tarjetas de identificación detalladas pero falsas de residentes de Gaza que no tenían idea de que sus nombres habían sido utilizados”, agregó, para después detallar que los militares israelíes ingresaron en Gaza mediante el paso de Erez.
Los residentes, cuyas identificaciones fueron suplantadas, viven en una zona distinta a la de Jan Yunis (sur de Gaza), donde se produjeron los hechos, añadió.
Otro responsable de HAMAS, citado de manera anónima por el medio británico, aseveró que el grupo israelí presentó sus identificaciones falsas en un punto de control, pero sus acentos árabes levantaron sospechas, puesto que no coincidían con el área de la que aseguraban provenir.
Tras ser interrogados y descubiertos, los israelíes abrieron fuego y mataron a un comandante de HAMAS. Además, resultaron muertas otras seis personas en la balacera posterior.
Ya con fecha anterior, el movimiento palestino dio a conocer las fotos de los agentes israelíes involucrados en la redada “fallida” en Jan Yunis. Entre el equipo había una mujer para justificar la entrada.
En respuesta a este crimen, la Resistencia palestina lanzó como 400 cohetes y granadas contra objetivos israelíes en los territorios palestinos ocupados. A su vez, el régimen de Tel Aviv reaccionó bombardeando el asediado enclave costero.
Tras la nueva escalada, la más seria desde 2014, Israel y los movimientos de la Resistencia palestina pactaron el 13 de noviembre un alto el fuego. Ante tal coyuntura, el ministro israelí de asuntos militares, Avigdor Lieberman, dimitió calificando el armisticio de una “sumisión”.
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