46 años del Frente Amplio, una fuerza de izquierda en Uruguay
El 5 de febrero de 1971 la izquierda uruguaya en su conjunto consolida su mayor anhelo, nace el Frente Amplio. Desde entonces, la fuerza contiene en su seno a la inmensa mayoría de los sectores progresistas del país.
La admirable alarma del 5 de febrero de 1971 es considerada el acto fundacional del Frente Amplio, basado en el ideario de José Artigas.
Ese día en el Palacio Legislativo se reunieron representantes de los sectores y movimientos que firmaron el acta fundacional del Frente Amplio (FA), que «nació como coalición y movimiento y con el protagonismo popular como seña de identidad».
Los oradores fueron Juan Pablo Terra (Presidente del Partido Demócrata Cristiano); Arturo Baliñas (presidente del Comité Ejecutivo Provisorio de los ciudadanos que formularon el llamamiento del 7 de Octubre de 1970); José Pedro Cardoso (Partido Socialista); Héctor Rodríguez (Grupos de Acción Unificadora); Luciano Da Silva (Movimiento Revolucionario Oriental); Jorge Durán Matos (Movimiento Herrerista, Lista 58); Luis Pedro Bonavita (Frente Izquierda de Liberación); Luis Naguil (Partido Obrero Revolucionario); Jorge Andrade Ambrosini (Partido Socialista – Movimiento Socialista); Rodney Arismendi (Partido Comunista); Francisco Rodríguez Camusso (Movimiento Blanco Popular y Progresista); y Zelmar Michelini (Movimiento por el Gobierno del Pueblo – Lista 99).
Participaron del acontecimiento delegados de los grupos políticos fundadores, delegación de la CNT, trabajadores de la Cultura, obreros, estudiantes, medios de prensa y un numeroso público.
Al finalizar el acto, el General Liber Seregni expresó: “Como simple ciudadano tengo la sensación y la emoción de haber asistido a un acto verdaderamente histórico que concreta en la formación del Frente Amplio el renacer de un pueblo y la estructuración de un movimiento auténticamente popular por ser profundamente antiimperialista, de claro sentido de liberación nacional para alcanzar la verdadera justicia social y una democracia auténtica”.
La Declaración Constitutiva
Allí se escriben los principios del Frente Amplio, convoca a adhesiones y participación activa.
Se delinean las bases programáticas de la unidad fundamentadas en un hondo convencimiento de la construcción de una sociedad justa. Para el 16 de marzo se aprueba el Reglamento de Organización; en el documento se expresa que la coalición es una entidad política autónoma, distinta y diferenciada de las fuerzas que la integran.
El Reglamento con modificaciones realizadas el 24 de abril, 1 de junio y 25 de septiembre de 1984, establece las bases a las que están sometidas las organizaciones integrantes del Frente Amplio.
Sectores políticos fundacionales del Frente Amplio
Al momento de su fundación el Frente Amplio reunió a distintas fuerzas políticas, tanto fueran partidos preexistentes (Socialista, Comunista, Demócrata Cristiano, POR), como sectores progresistas provenientes de los partidos Colorado y Blanco (tal es el caso de los movimientos liderados por los entonces Senadores y ex Ministros Zelmar Michelini y Alba Roballo del Partido Colorado y Francisco Rodríguez Camusso del Partido Blanco) y ciudadanos no sectorizados (entre ellos el Gral. Líber Seregni, quien luego sería su primer Presidente y candidato presidencial).
Uno de los principios fundamentales del Frente Amplio es su reivindicación a Artigas. Es así que toda la actividad programática y doctrinaria se inspira en sus ideas de liberación americana y nacional, democracia institucional y justicia social.
Artigas fue uno de los principales protagonistas de la revolución continental, trasladando un modelo monárquico y absolutista hacia el ideal moderno de instituciones libres. El proceso artiguista, es descrito por el escritor Miguel Aguirre Bayley, en su libro La admirable alarma de 1971:
“En el sur, Artigas simbolizó la revolución agraria cuando, entre los años 1811 y 1820, guió a los pueblos de los territorios que hoy ocupan Uruguay y las provincias argentinas (…). Pese al tiempo y al espacio, la Revolución Artiguista impulsaba cambios políticos e incorporaba revolucionarios proyectos en las estructuras económicas y sociales de la antigua Provincia Oriental».
En la etapa que se extiende desde el Grito de Asencio en 1811, primera acción revolucionaria que el héroe llamó “La Admirable Alarma”, hasta 1813, dicha Revolución no alcanzaba todavía un importante contenido ideológico. Sin embargo a partir de ese momento empieza a delimitarse con mayor profundidad los principales objetivos.
En 1815, a través de su Reglamento de Tierras, Artigas da solución a los problemas del agro, mediante una reorganización sustancial de la economía, tomando tierras de los grandes latifundistas para distribuirla entre quienes trabajaban. Nacía así la primera reforma agraria de América Latina que sería aplicada por un año en la Provincia Oriental.
Su avanzado código agrario establecía que las tierras a repartir serán las confiscadas a los `malos europeos´ y `peores americanos´”. Se refería el prócer, por malos y peores, a quienes se oponían a los nativos criollos defendiendo al colonialismo y a los grandes latifundistas y comerciantes monopolistas que estaban estrechamente vinculados a las autoridades españolas.
Artigas sustentó el ideario de la independencia política y la autonomía económica. Más allá de ser una figura histórica, su pensamiento conserva plena vigencia.