El homenaje en Paraguay a Fidel Castro
Fidel Castro descansa ya hoy en el camposanto Santa Ifigenia junto a su mentor, José Martí, las ceremonias se detuvieron pero los homenajes serán eternos en cada rincón del mundo, como perpetua será su vida.
En Paraguay aún retumban las expresiones de quienes lo aman, como estadista, ser humano y, sobre todo, por ser antes, ahora y siempre faro del ideario forjado en la Revolución cubana y regado por todo ámbito del orbe.
Solo pocas horas después del amargo anuncio del presidente Raúl Castro, los paraguayos solidarios con Cuba y el ejemplo de Fidel comenzaron a expresarse.
Primero fue en un encuentro de la Asociación Paraguayo-cubana de Cultura José Martí con una funcionaria del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, preparado de antemano sin prever el acontecimiento luctuoso.
La estupefacción por la noticia dio paso entonces a la congoja, el pesar, y el saludo con un abrazo y sendos besos en las dos mejillas, como es la costumbre, se complementaba con una sola palabra también habitual: fuerza.
Fuerza en ese momento para enfrentar un episodio inesperado, porque el Comandante parecía ser inmortal entre los mortales, como mismo fue invencible en vida y lo será siempre.
Improvisada fue una movilización convocada después por los comunistas paraguayos para rendirle tributo ante un lugar emblemático de Asunción, el Panteón de los Héroes.
Las manifestaciones en su homenaje fueron constantes desde el lunes pasado, cuando quedó abierto el libro de condolencias en la embajada de Cuba en Paraguay.
Por allí desfilaron cientos de personas para plasmar de una u otra manera su sentir sobre el deceso del líder revolucionario y, una vez más, pedir fuerza con un llamado también hacia ellos mismos por la pérdida.
En el documento quedaron rúbricas de diversos matices, pero con el denominador común del respeto y admiración por un hombre que supo darlo todo por su patria y por la tierra americana, la africana y de otras partes del planeta.
Lo hicieron integrantes de organizaciones políticas, sociales e indígenas, ciudadanos comunes, incluidos cubanos residentes, y con mucha pasión paraguayos graduados de diversas profesiones en Cuba, sobre todo médicos, quienes llamaron padre a Fidel.
Estuvieron también embajadores acreditados, los de Venezuela y Bolivia, Brasil e Italia, Reino Unido y la Unión Europea, Ecuador y Estados Unidos, Costa Rica y Japón, Rusia y Colombia.
Concurrió el expresidente Fernando Lugo, depuesto en 2012 por un golpe parlamentario de Estado, quien destacó la capacidad del Comandante de viajar al futuro y regresar para contar cómo será.
De lo escrito por tantos, resalta la manifestación de un viejo luchador, Joel Filártiga: ‘Fidel, a pesar del tránsito te elevas más vivo que nunca en las entrañas y el corazón de los pueblos del mundo que te aman y vivirás en eternidad’.
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