El ejército paraguayo asesina a dos niñas de 11 años
- El asesinato de dos menores de 11 años de nacionalidad argentina en un operativo militar contra el grupo insurgente Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), ha generado un grave conflicto diplomático entre Asunción y Buenos Aires.
- El presidente Mario Abdo anunció el asesinato como un éxito del ejército describiendo a las menores como «parte de la primera línea de fuego del EPP».
El asesinato de dos niñas argentinas de 11 años por parte del ejército paraguayo, denunciado por organizaciones de abogados y de defensa de los derechos humanos de Argentina, ha generado un grave conflicto entre los dos países. El asesinato, perpetrado por el ejército esta semana, fue presentado en un primer momento por el gobierno de Mario Abdo como un exitoso operativo de contrainsurgencia en Concepción.
Según transmitió el gobierno en un primer momento, el operativo habría causado dos bajas entre las filas del EPP, «dos mujeres con uniforme de camuflaje del EPP que habrían abierto fuego contra las fuerzas militares». “Hemos tenido un operativo exitoso en contra del EPP. Luego de un enfrentamiento, dos integrantes de este grupo armado han sido abatidos”, escribió el presidente Mario Abdo en Twitter.
El oficial al mando del operativo, Hector Grau, llegó a afirmar que el operativo no tenía precedentes, no habiéndose encontrado nunca antes una evidencia tan abultada de las actividades del EPP. «Para que tengan una idea del material encontrado: teléfonos satelitares, teléfonos celulares, tenemos en nuestro poder una gran cantidad de materiales como laptop, cámaras fotográficas, cámaras filmadoras, cámaras go pro, equipos de comunicaciones…», detallaba el militar, no se sabe muy bien si describiendo a un grupo insurgente o a un medio de comunicación desmantelado.
Escasas horas después, la Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina denunciaba los asesinatos, acusando como falsa la información brindada por el gobierno. «Las únicas caídas fueron dos niñas argentinas: Lilian Villalba y María del Carmen Villalba, ambas de 11 años», denunciaron desde GAAA. «Denunciamos las políticas guerreristas de los distintos Gobiernos paraguayos (…) y hacemos responsables al Estado Paraguayo y sus colaboradores”, concluye la organización.
“En las fotos de los cuerpos de las niñas se puede ver claramente que no tienen 15 o 17 años como dijo el médico forense. Dicen que hicieron pruebas para confirmar que ellas dispararon. Pero ¿dónde están?», declara la directora de Femi Unidas, una organización que vela por los derechos humanos de las mujeres en Paraguay, Melanie Vega. “Todos estos elementos nos llevan a pensar que las niñas no fueron abatidas, sino ejecutadas», apunta.
Las niñas, Lilian Mariana Villalba y María Carmen Villalba, de once años de edad, residentes en Argentina, se encontraban en Paraguay visitando a unos familiares. Según ha trascendido, las dos menores serían sobrinas de una militante del EPP.
Una jueza niega el acceso al cónsul argentino y a la abogada de los familiares
Ayer sábado, la abogada de los familiares de las niñas asesinadas Daysi Irala, se personó en la Morgue Judicial acompañada por el cónsul argentino Alejandro Herrero. Sin embargo, la magistrada encargada por Garantías, Lici Sánchez, les negó el acceso a los exámenes periciales.
“La jueza no permitió nuestra presencia al momento de revisar el cuerpo. Pueden estar todos ellos, pero mi persona en nombre de los familiares, no. También se le negó la presencia del Cónsul Argentino, que podía ser un observador imparcial del acto”, apuntó Irala. “La jueza está influenciada por el Ministerio Público y que es una cómplice más del crimen de Estado”, aseguró.
La propia fiscalía de paraguay ha reconocido que se trata de niñas de 11 años tras los exámenes, atribuyendo la primera identificación como adolescentes de entre 16 y 17 a «un error».
Reclamaciones de argentina y conflicto diplomático
Al trascender los hechos, la Cancillería Argentina exigió el esclarecimiento de los hechos, aportando documentos que confirmaban la identidad de las víctimas. La respuesta por parte de la presidencia paraguaya fue defender la actuación del ejército, acusando al EPP de las muertes y calificando a Argentina de «guardería de soldados del Ejército del Pueblo Paraguayo». En su contradictoria búsqueda por evitar reconocer su responsabilidad en los acontecimientos, el jefe militar del operativo, Héctor Grau había asegurado que los documentos de identidad presentados por la cancillería eran falsos.
«Lógicamente que Magna Meza y Osvaldo Villalba están en la clandestinidad, ellas (las fallecidas) nacieron así y lógicamente migraron con los tíos y familiares, donde obtuvieron documentos que tienen origen en la falsedad de datos, fueron inscritas de forma irregular en la República Argentina», aseguró Grau.
El embajador argentino respondió con duras declaraciones contra las autoridades militares paraguayas, reiterando la reclamación de esclarecimiento de los hechos. Desde el ministerios de Exteriores, se agregó el rechazo «de la manera más enérgica las expresiones injustificadas del General Héctor Grau como Comandante de la FTC, adjudicando a la Argentina haberse convertido en una ‘guardería de soldados del Ejército del Pueblo Paraguayo’, así como toda otra manifestación que busque encubrir responsabilidades».