Chile. Nace Juventud Revolucionaria Ernesto Guevara: Nuestro Guevarismo
Somos una organización guevarista, lo cual quiere decir que, realizamos una interpretación crítica, latinoamericana, del marxismo entendido como filosofía de la praxis, corriente velada por las interpretaciones vulgares del marxismo.
I
Más de 500 años de lucha revolucionaria sacuden el continente latinoamericano, han sido millones los que en estas tierras se han levantado frente al yugo opresor, la sangre de miles de hombres y mujeres ha sido derramada en la lucha de liberación. En el periodo de dominación de la Corona Española, Túpak Amaru junto a Micaela Bastidas, lideraron la más grande insurrección indígena contra el dominio de los colonizadores, lo mismo hicieron en el Alto Perú Túpak Katari y en la Capitanía General de Chile Leftraru y Kallfulikan. En el período de guerras de independencia, el continente entero se unificó y libró una guerra contra la Corona, destacándose los grandes libertadores y próceres de Nuestra América, Simón Bolívar y San Martín, además de José Artigas, José Miguel Carrera, Juana Azurduy, Mariano Moreno, Manuel Rodríguez, entre otros que, lucharon a muerte por la liberación latinoamericana. Antes que eso, en Haití, se dio el único proceso histórico de liberación nacional y social, los jacobinos negros, liderados por Toussaint L’Ouverture; en México, el campesinado insurgente libró sus primeros combates liderados por Emiliano Zapata, he ahí el origen de la revolución mexicana; en Nicaragua, Augusto César Sandino, viendo su patria expoliada por el somocismo y el imperialismo yanqui, levantó a un pueblo en armas y escogió los colores rojo y negro como elementos que consagran la identidad revolucionaria de la lucha de liberación latinoamericana. El 26 de julio de 1953, Fidel Castro y un grupo de hombres armados atacan el Cuartel Moncada, toda América escuchó el grito de liberación. La lucha revolucionaria en América Latina ha tomado diferentes nombres a lo largo de su historia, destacan: Miguel Enríquez, Raúl Pellegrin, Cecilia Magni, Inti Peredo, Carlos Fonseca, Farabundo Martí, Camilo Torres, Mario Roberto Santucho, Raúl Sendic, Néstor Cerpa, entre otros. La revolución latinoamericana encuentra su máximo ejemplo en la obra de Ernesto Guevara de la Serna, hoy tomamos su bandera y con ello, damos nombre a nuestra organización revolucionaria, somos Juventud Revolucionaria Ernesto Guevara, reclamamos el grito de liberación de las generaciones pasadas, más de 500 años de combate latinoamericano son nuestro ejemplo, con todos los mártires a nuestra espalda, forjaremos nuestro camino.
II
Somos una organización guevarista, lo cual quiere decir que, realizamos una interpretación crítica, latinoamericana, del marxismo entendido como filosofía de la praxis, corriente velada por las interpretaciones vulgares del marxismo. La filosofía de la praxis es nuestra concepción de mundo, interpretación revolucionaria de la obra de Karl Marx y que nos permite comprender la realidad histórica como el resultado de la praxis humana, y por tanto, susceptible de ser transformada radicalmente (revolucionariamente) a través de la propia praxis.
La actividad revolucionaria, para no volverse vacía y carente de contenido, requiere de una contundente actividad teórica, necesita pues, del pensamiento crítico. En este sentido, nuestra organización se plantea estimular la actividad crítica de sus militantes, así como la lucha frontal contra toda pretensión dogmática, pues esta última no hace sino anquilosar la praxis.
En el mismo sentido, consideramos nefastas las interpretaciones economicistas, evolucionistas y gradualistas del marxismo. Por esta razón, consideramos el denominado “marxismo-leninismo” como una corriente dañina para la lucha revolucionaria, en la medida en que tal doctrina no tenía otro objetivo que adoctrinar y domesticar a las organizaciones revolucionarias en la decadente política de la ya extinta Unión Soviética, esta doctrina, en realidad, se aleja tanto del pensamiento de Marx como de Lenin. El “marxismo-leninismo” no es sino la ideología de legitimación sobre la cual el estado soviético – y sus organismos de dirección política – pretendían sostenerse perennemente. Como ideología y pensamiento dogmático, el “marxismo-leninismo” es opuesto y antagónico a la filosofía de la praxis, puesto que no reconoce el carácter activo y crítico-práctico del individuo humano, al tiempo que omite la centralidad de la conciencia revolucionaria en el desarrollo del proceso revolucionario mismo. Para el ‘marxismo-leninismo’ la conciencia humana se limita a reflejar las fatales leyes de la naturaleza (teoría del reflejo), es decir, se trata de una corriente ideológica que reduce el pensamiento humano a una dimensión puramente contemplativa (no transformadora y no revolucionaria). Nuestro marxismo, como señalaba José Carlos Mariátegui, no es ni copia ni calco, sino creación heroica y se desarrolla al calor del combate revolucionario.
III
Nuestra organización revolucionaria luchará activamente por la revolución socialista. Lo cual quiere decir, para nosotros, que luchamos contra la miseria y explotación del hombre/mujer, al tiempo que luchamos contra la enajenación de la conciencia humana. La tarea principal de la transición al socialismo es superar la primacía de la ‘forma valor’ sobre el ‘valor de uso’ o ‘forma natural’ y la ‘subsunción del trabajo’ a la dinámica de ‘valorización del valor’. Nuestro socialismo plantea la centralidad del ser humano y de los estímulos morales en la construcción del socialismo. Por todas estas razones, nuestro guevarismo es una moral revolucionaria.
Por otra parte, nos planteamos el desarrollo de una sociedad en la cual los seres humanos se reconocen en sus semejantes, sin violencia ni dominación de ningún tipo. Por esta razón, también luchamos contra el patriarcado y el colonialismo en cualquiera de sus formas, es así que nos reconocemos abiertamente como feministas y disidentes sexuales.
Somos una organización internacionalista, luchamos por la unidad continental y mundial de las y los revolucionarios, como tal, nos oponemos a toda forma o expresión de chovinismo o racismo en las filas de la revolución.
IV
Nuestra organización revolucionaria se declara enemiga a muerte del imperialismo en cualquiera de sus expresiones y de la burguesía en cualquiera de sus formas. Además, consideramos a la burocracia, dentro y fuera del movimiento revolucionario, como un agente nocivo en la lucha de liberación.
V
El objetivo de nuestra organización no es otro que fortalecer, desarrollar y extender la conciencia revolucionaria de las y los explotados y oprimidos en la lucha concreta contra sus enemigos de clase. Es el poder revolucionario de los explotados y oprimidos el llamado a derrotar el poder de las clases dominantes, de los ricos y poderosos. Nos proponemos luchar hasta vencer o morir por la revolución latinoamericana.
¡¡Ni un segundo de paz para los ricos!!
¡¡Revolución socialista o caricatura de revolución!!