Continúan las protestas antigubernamentales en Chile
La capital Santiago de Chile fue escenario ayer de una nueva oleada de represión violenta de las manifestaciones, con el uso de cañones de agua, balines y gases lacrimógenos.
Las movilizaciones continúan en Chile y las calles de la capital Santiago y de la ciudad de Valparaíso han vuelto a ser testigos del choque entre manifestantes y destacamentos policiales desplegados para reprimir por la fuerza las reivindicaciones populares. En Santiago de Chile, la agresiva respuesta policial fue acompañada en la jornada de ayer de decenas de detenciones.
Pese a las continúas protestas, el presidente chileno, Sebastián Piñera, ha descartado renunciar al poder, y defendido su accionar, así como el de los uniformados ante las manifestaciones.Desde el gobierno se ha tratado de contener el estallido social con pequeños gestos y concesiones como la cancelación de la subida de los precios del pasaje de metro, chispa inicial que dió inicio a las movilizaciones, el cambio de gobierno con la sustitución de ministros, y la reversión de las exenciones fiscales a las rentas altas.
Sin embargo, la posición de las protestas y de los partidos, organizaciones juveniles, movimientos y sindicatos que las sostienen, ninguna medida paliativa de los planes de ajuste estructural decididos por el gobierno de Piñera en connivencia con organismos económicos supranacionales como el FMI son suficientes. Las reivindicaciones ponen el foco en cuestiones estructurales de Chile, reclamando la necesidad de un nuevo proceso constituyente que supere la Carta Magna dejanda en herencia por la dictadura militar de Augusto Pinochet.
La crisis social, la peor que vive Chile desde que recuperó la democracia en 1990, inició con el alza de pasajes de metro, y tras las represiones se convirtieron en un reclamo social. La crisis provocó 20 muertes, más de un millar de heridos y miles de detenidos, sobre todo la primera semana cuando Piñera decretó el estado de emergencia, un hecho inédito desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
Las protestas se han extendido hasta Argentina, donde los chilenos y argentinos salieron a las calles de Buenos Aires (capital) para expresar su apoyo al pueblo chileno.