Un puente aéreo de ACNUR lleva ayuda humanitaria a somalíes aislados por las inundaciones
El pasado lunes, un avión de carga Fokker 50 con seis toneladas métricas de artículos de ayuda humanitaria de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, aterrizó en Belet Weyne, en el Estado somalí de Hirshabelle, para llevar ayuda a las personas desplazadas a causa de las peores inundaciones que el país ha vivido en años.
El del lunes fue el primero de una serie de vuelos que ACNUR está organizando para suministrar materiales a más de 20.000 personas aisladas por las inundaciones y a las que solo se puede acceder por vía aérea. ACNUR está programando hasta 10 vuelos, tres al día, para transportar un total de 60 toneladas métricas de paquetes de ayuda humanitaria que se necesitan con urgencia, en los que se incluyen bidones de agua potable, jabón, mantas, artículos de cocina y lonas de plástico.
Además, ACNUR enviará a la zona unos 2.000 paquetes con alojamientos de emergencia, al tiempo que se hará llegar por avión otros 500 paquetes de emergencia al Estado de Somalia Sudoccidental, donde también se han registrado graves inundaciones.
Las operaciones aéreas dependen en gran medida de las condiciones de las pistas de aterrizaje, ya que las aguas han anegado grandes extensiones de terreno. Los informes de los socios de ACNUR indican que las poblaciones situadas a las afueras de Belet Weyne han quedado sumergidas y que cientos de familias han quedado atrapadas en sus casas.
Para las comunidades somalíes los efectos de las inundaciones han sido devastadores, causando el desplazamiento de más de 270.000 personas durante las últimas dos semanas. La mayoría de ellas, unas 230.000, se han refugiado en la ciudad de Belet Weyne y necesitan con urgencia ayuda humanitaria.
Somalia ha logrado avances en cuanto a su gestión del conflicto armado y de las sequías, pero continua siendo un Estado frágil que cuenta con cerca de 2,6 millones de población desplazada.
Las inundaciones ponen de manifiesto la creciente vulnerabilidad de Somalia con respecto a los efectos del cambio climático. En el mes de julio de este año, varias agencias humanitarias lanzaron un plan de respuesta ante los efectos de la grave sequía causada por los bajos niveles de precipitación.
Los últimos acontecimientos requieren una respuesta de emergencia humanitaria inmediata. ACNUR y sus socios han movilizado 2.585 millones de dólares estadounidenses, pero hacen falta otros 11.865 millones de dólares adicionales para cubrir las necesidades humanitarias actuales.