El pueblo de Dominica elige nuevo gobierno para los próximos cinco años
Según cifras oficiales, la nación caribeña tiene una población de alrededor 75.000 habitantes, de los cuales 70.541 aparecen inscritos para ejercer el voto en la jornada electoral.
El pueblo de Dominica acude hoy a las urnas para decidir el nuevo Gobierno que regirá los designios del país los próximos cinco años, en medio de la injerencia extranjera y la violencia ejercida por un sector de la oposición.
Los candidatos Roosevelt Skerrit, del Partido Laborista (DLP), y Lennox Linton, del Unido de Trabajadores (UWP), aparecen como principales figuras políticas, en unos comicios que determinarán los 21 escaños de la Cámara de la Asamblea.
Skerrit, primer ministro en Dominica desde el 8 de enero de 2004, lidera al gobernante DLP, dueño de 15 escaños en el poder legislativo y objeto en el presente de una campaña de la oposición que estimula el cierre y bloqueo de las calles ante la acusación de fraude.
Por su parte, Linton y su programa de «Cambio Real» intentaron aprobar en la Corte Superior de Justicia un recurso para suspender estos comicios y la negativa despertó en los simpatizantes del UWP la utilización de métodos violentos para impedir el proceso electoral.
En este contexto, el Partido Libertad de Dominica (DFP), encabezado por Michael Astaphan y sin asambleístas en la actual Cámara, completa las candidaturas.
De acuerdo con cifras oficiales, la nación caribeña tiene una población de alrededor 75.000 habitantes, de los cuales 70.541 aparecen inscritos para ejercer el voto en la jornada electoral.
Por su parte, desde inicios de año la Organización de Estados Americanos (OEA) a través de su secretario general, Luis Almagro, deslegitimó la convocatoria a elecciones generales y apoyó el llamado del opositor Linton para frenar los comicios en Dominica.
El gobernante dominiqués Skerrit criticó la postura del secretario del organismo internacional de enviar una misión electoral a la nación caribeña e instó al funcionario a denunciar los disturbios promovidos por Linton.
Asimismo, los primeros ministros Ralph Goncalves, de San Vicente y Las Granadinas, y Gaston Browne, de Antigua y Barbuda, señalaron a Almagro como enemigo de las fuerzas democráticas y progresistas del continente, tras declaraciones injerencistas sobre Venezuela, Cuba y recientemente en Bolivia.