Sudán: 11,5 millones de desplazados internos y hambruna
Nuevas declaraciones de la ONU estimaron que en Sudán existen 11,5 millones de desplazados internos y 3,2 millones de personas que buscan refugio en los países vecinos, mientras la inseguridad alimentaria sigue creciendo.
En este sentido la directora de la División de Promoción y Operaciones de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA), Edem Wosornu, describió esta situación como “una crisis humanitaria de proporciones asombrosas”.
Por otra parte, la directora general adjunta de esa agencia de la ONU, Beth Bechdol manifestó que el conflicto y el desplazamiento son los principales motores de la inseguridad alimentaria, “exacerbada por la restricción del acceso humanitario”.
El sufrimiento humano en #Sudán ha alcanzado niveles devastadores, con más de 11,5 millones de desplazados internos y 3,2 millones de personas que buscan refugio en los países vecinos. https://t.co/M56fC44zxV
— Noticias ONU (@NoticiasONU) January 6, 2025
La hambruna podría extenderse a otras cinco regiones, incluyendo Um Kadadah y El Fasher, a mediados de 2025, con otras 17 áreas en alto riesgo sin una intervención urgente, mientras que reconoció que las condiciones de hambruna más severas se dan ahora en cinco zonas, destacando los campos de desplazados internos de Zamzam, Al Salam y Abu Shouk, así como las montañas occidentales de Nuba.
“Como hemos aprendido de estas crisis extremas, ya se han producido decenas de miles de muertes antes de que se clasificara ninguna hambruna”, manifestó Beth Bechdol.
Más del 16 por ciento de los hogares de las zonas afectadas sufren actualmente una inseguridad alimentaria catastrófica, según la ONU, entre tanto Bechdol precisó que el acceso humanitario “inmediato y sin obstáculos” es esencial, para que los socios puedan prestar “asistencia humanitaria multisectorial”.
Esto en un contexto donde casi el 90 por ciento de los hogares desplazados no pueden permitirse comprar alimentos, los datos compartidos por el organismo indican que más del 16 por ciento de los hogares de las zonas afectadas sufren actualmente una inseguridad alimentaria catastrófica.