EEUU presiona a bancos alemanes para que suspendan cuentas de BDS
El embajador de EE.UU. en Alemania pidió a los bancos germanos que suspendan todas las cuentas de grupos que respaldan la campaña internacional BDS contra Israel.
“El Bundestag (la Cámara Baja del Parlamento) de Alemania aprobó una resolución condenando al movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) y pidiendo al gobierno federal que se oponga resueltamente. Por lo tanto, los bancos alemanes deberían cortar los lazos con todas las organizaciones vinculadas al movimiento BDS”, declaró el martes Richard Grenell al diario israelí The Jerusalem Post.
El embajador estadounidense,uno de los principales patrocinadores del régimen de Israel, también enfatizó que todas “las organizaciones y las personas que socavan la seguridad de Israel deben ser condenadas”.
Las declaraciones de Grenell se produjeron después de conocer que una organización alemana de BDS, con casi 100 000 miembros y considerada “antisemita” por el Consejo Central de Judíos, tiene una cuenta en el Banco para la Economía Social del país europeo.
La tendencia para cerrar las cuentas de las entidades del BDS ha aumentado desde 2016, pero el Banco para la Economía Social ha desafiado desde 2018 las llamadas del régimen israelí y de una gran cantidad de organizaciones judías alemanas y estadounidenses para romper los lazos con el grupo BDS.
Los comentarios de Grenell se suman al torrente de presión contra los activistas de derechos humanos palestinos en todo el mundo, así como los esfuerzos para criminalizar el movimiento BDS en EE.UU.
El movimiento BDS que está respaldado por 170 organizaciones de la sociedad civil, busca presionar a Israel para que ponga fin a sus abusos de derechos humanos contra los palestinos.
La campaña internacional BDS es un movimiento de alcance planetario que sigue ganando cada vez más adeptos a nivel internacional. Tiene como objetivo aumentar la presión económica y política sobre Israel para poner fin a la ocupación y colonización de tierras palestinas.
A esta campaña de boicot se han unido empresas de renombre internacional como el fabricante alemán de ropa deportiva Adidas o la empresa estadounidense de alquiler de alojamiento Airbnb.
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