Biden reclama paciencia hasta que concluya el recuento total de votos
- El ganador virtual de las elecciones presidenciales estadounidenses rechaza proclamarse ganador de las elecciones hasta conocer el resultado final de los estados de Nevada, Arizona, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia.
La celebración de los simpatizantes demócratas tendrá que esperar. El ganador virtual de las elecciones estadounidenses, Joe Biden, ha reiterado sus llamamientos a la calma y la paciencia en su última intervención en la sede de campaña en Wilmington, Delaware. Biden, que había anunciado la rueda de prensa de anoche confiando en que los recuentos habrían avanzado lo suficiente para confirmar su victoria, rechazó proclamarse ganador y volvió a solicitar paciencia a sus simpatizantes, que se habían congregado por cientos en el exterior del Chase Center de Wilmington esperando una fiesta de la victoria.
Biden reclamó regresar a una política «basada en el diálogo», y auguró un mandato dirigido a todos los estadounidenses y no solo a los partidarios demócratas, en una apelación a resolver el clima de polarización vivido durante la presidencia de Trump.
«No tenemos una declaración de victoria aún, pero los números no transmiten una clara y convicente historia», afirmó Biden. «Vamos a ganar esta ‘carrera’ presidencial».
«Espero dirigirme a vosotros nuevamente mañana», añadió el aún candidato a la presidencia, con la esperanza de que los lentos recuentos concluyan hoy y pueda proclamar finalmente su victoria. Por el momento, Biden cuenta oficialmente solo con 264 de lo 270 votos electorales necesarios para alcanzar la presidencia. El candidato demócrata ha señalado de forma reiterada que no proclamará su victoria hasta conocer los resultados de Nevada, Arizona, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia. Las previsiones indican que problablemente gane en tres de los cuatro estados, necesitando sumar los votos de tan solo uno de ellos para alcanzar la Casa Blanca.
Trump no cede y sostiene su teoría del fraude electoral
A pesar de todo, el presidente Donald Trump continúa sin ceder y mantiene su argumento de que es el verdadero ganador de las elecciones. Trump ha mantenido, desde el mismo miércoles, cuando los recuentos aún ofrecían una imagen dudosa, con un empate técnico entre los dos candidatos, que ha sido víctima de un enorma fraude electoral para arrebatarle la presidencia. Una estrategia que diversos analistas predijeron, ante la previsión de la lentitud del recuento de votos por correo que favorecen a Joe Biden.
«Joe Biden no puede reclamar erróneamente la presidencia. Yo puedo reclamarla también», ha declarado Trump a través de su cuenta oficial en Twitter. «Los procesos judiciales tan solo están comenzando», ha añadido.
Lo cierto es que sus primeras reclamaciones judiciales, en primer lugar para detener los recuentos y, en segundo, para excluir el voto por correo, han caído en saco roto. Las autoridades judiciales de Georgia y Arizona han rechazado sus apelaciones. Mientras tanto, en Pensilvania, la Corte Suprema podría dictaminar un recuento. Si Biden gana como es previsible en Nevada o Georgia, la escena puede alcanzar un especial nivel de patetismo, con un recuento que, aunque declarase ganador a Trump, tampoco le daría la presidencia.
El hecho es que la estrategia de Trump parece perder los más importantes apoyos en los sectores conservadores estadounidenses. Los últimos días se ha escenificado el repentino divorcio entre el mandatario estadounidense y la cadena de televisión ultraconservadora Fox. La que fuese principal defensora de Trump durante años ha rechazado frontalmente las teorías de fraude electoral, advirtiendo que «no existe ninguna prueba» en reiteradas ocasiones. Sin la Fox, Trump tan solo cuenta con los pequeños medios digitales de extrema derecha y su ejército de seguidores paranoicos en las redes sociales.
Acostumbrado a las victorias y a caer siempre de pie en todas las polémicas e incendios que ha desatado en la opinión pública durante los últimos cinco años, Trump parece encontrarse en un escenario completamente desconocido para él. Por primera vez, y probablemente de forma definitiva, su modelo de agitación parece no obtener los resultados esperados.