Marruecos reprime al pueblo saharaui y España deporta a sus activistas
Desde la ocupación del Sáhara Occidental, la población saharaui sufre violaciones de derechos humanos de forma sistemática, segregación social y marginación política. El Gobierno deporta a activistas saharauis a pesar de los informes en contra de ACNUR y de las peticiones de protección de partidos políticos. Desde hace tres años y siete meses el MPPS pide al presidente Sánchez y al ministro Albares que actúen por los presos políticos saharauis, pero guardan silencio.
La represión que padece el pueblo saharaui es constante desde que Marruecos invadió el Sáhara Occidental, lo que han denunciado organizaciones como el Instituto de estudios sobre desarrollo y cooperación internacional Hegoa: “Desde la ocupación, la población saharaui sufre violaciones de derechos humanos de forma sistemática, segregación social y marginación política”, o Amnistía Internacional (AI): “La situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental anexionado por Marruecos continúa siendo motivo de gran preocupación”.
Esta ONG de DDHH y Human Rights Watch declararon conjuntamente en noviembre de 2022 que “diecinueve activistas saharauis condenados por los hechos de Gdeim Izik languidecen en prisión años después de que los tribunales marroquíes los condenaran en procesos injustos”.
Es por los saharauis que se encuentran en cárceles marroquíes, más de 35, por quienes desde hace tres años y siete meses el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) se concentra los lunes ante el Ministerio de Asuntos Exteriores, en la Plaza de la Provincia de Madrid. Reclama al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares,que intervengan ante Marruecos por la libertad de los reclusos saharauis, condenados en procesos sin garantías y con declaraciones obtenidas bajo tortura, según han denunciado observadores internacionales cuando les han permitido asistir a los juicios.
Ahora, ante la denegación de asilo a alrededor de 40 activistas saharauis, a dieciséis de los cuales el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, deportó a Marruecos en la noche del 3 de octubre, a otros días antes y hay señaladas mas fechas, el MPPS se ha manifestad ante el Ministerio del Interior y en el aeropuerto de Madrid-Barajas para denunciar la situación de los saharauis que huyen de la represión marroquí y a los que el Gobierno niega protección,a pesar de los informes favorables de ACNUR, la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados, para que puedan entrar en España.
Pero el ministro Marlaska hace oídos sordos y entrega a Marruecos a los activistas saharauis, en contra de las peticiones de Sumar, Podemos ERC, EH Bildu, BNG, CC.OO…; lde as organizaciones profesionales de la judicatura JJpDD y UPF y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Y además, sigue el silencio del presidente Sánchez y del ministro Albares sobre los presos políticos saharauis, aunque continuamente hablan de los Derechos Humanos, con los que afirman España está profundamente comprometida.
Precisamente el sábado, el titular de Exteriores escribió enLa Vanguardia: “Desplegamos una nueva política exterior con identidad propia porque se basa en los valores que nos identifican como sociedad, la defensa de España, sin duda, y la proyección hacia el exterior de nuestros valores: la paz, la democracia y los derechos humanos”.
Unos valores que nunca aparecen si se trata del Sáhara Occidental, un territorio invadido a finales de 1975 “a sangre y fuego” -expresión que la RAE explica lo que se hace con violencia, sin perdonar vidas ni haciendas, atropellándolo todo- pendiente de descolonización según las Naciones Unidas, ocupación marroquí que cuenta con el apoyo del Gobierno de Sánchez desde marzo de 2022.
En resumen, Marruecos reprime al pueblo saharaui desde que invadió la excolonia española y ahora España deporta a sus activistas.
A continuación, algunos hechos relacionados con los DDHH ocurridos en septiembre en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos y en cárceles marroquíes, según informaciones de medios de comunicación saharauis y españoles.