Nuevo gobierno de Brasil publicará decreto para posesión de armas
El nuevo gobierno de Jair Bolsonaro anunció que publicará la semana próxima el decreto que flexibiliza en Brasil la posesión de armas de fuego entre sus ciudadanos, informaron hoy medios radiales que citan autoridades.
‘Promesa hecha es una promesa cumplida’, dijo el ministro jefe de Gabinete, Onyx Lorenzo, al comentar la prontitud que tiene Bolsonaro en divulgar esa disposición, un compromiso de su campaña electoral.
Lorenzini adelantó la noticia luego de la segunda reunión que sostuvo el gobernante, quien asumió el poder el 1 de enero, con su equipo ministerial.
‘Por decreto pretendemos garantizar la posesión de arma de fuego para el ciudadano sin antecedentes penales, así como hacer su registro definitivo’, dijo recientemente el político de extrema derecha.
Según analistas, si Bolsonaro suscribe la irracional orden contribuirá a la creciente suma de más pérdidas de vida por armas de fuego en Brasil, donde casi 12 millones de personas viven en las favelas, manchadas de sangre y pólvora por bandas delincuenciales.
De acuerdo con investigadores, las armas no inhiben el crimen, sino incluso lo vuelven más letal, y su entrega para la defensa personal resulta un desatinado pretexto para quienes instigan las guerras.
A las claras, el excapitán del Ejército quiere adaptar leyes para que ‘personas de bien’ puedan poseer armas y por supuesto empuñarla y halar el gatillo cuando corran peligro.
Un arma siempre empeorará el panorama criminal en Brasil que aparece como el país con mayor número de muertes por armas de fuego, al sumar 43 mil 200, según una investigación que analizó el periodo comprendido entre 1990 y 2016.
Detrás del país sudamericano se ubicó Estados Unidos, con 37 mil 200 muertes, indican datos de la encuesta global de mortalidad por armas de fuego (Global Mortality from firearms, 1990-2016), del Institute for Health Metrics and Evaluation.
Entre inicios de la década de 1980 al 2016, el porcentaje de homicidios en Brasil, cometidos con armas de fuego, subió del 40 por ciento al 71.
El estudio refiere que las muertes relacionadas con armas superaron a las provocadas por conflictos y terrorismo, cada año de 1990 a 2016, con la excepción de 1994, cuando ocurrió el genocidio de Ruanda.
En 2003 fue aprobada en Brasil la Ley Federal del Estatuto del Desarme, ratificada por el expresidente Luiz Inácio Lula de Silva.
Tal disposición prohíbe el porte de armas por civiles, con excepción de los casos en los que haya necesidad comprobada.
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