Mujeres y niñas, las más afectadas por el terremoto en Turquía y Siria
La situación de las mujeres, las niñas y las comunidades marginadas tras el terremoto de Turquía y Siria es cada vez más alarmante. Desde ActionAid, la federación a la que pertenece la organización española Alianza por la Solidaridad, se teme por la seguridad de las numerosas familias que, en condiciones de frío extremo, familias pasarán otra noche en la calle, sin ningún tipo de refugio temporal.
09/02/2023.- A la ONG también le preocupa que no haya recursos para mujeres y niñas que están menstruando, embarazadas o amamantando y tienen necesidades particulares.
Llueve sobre mojado
Las mujeres y niñas que vivían en las regiones afectadas por el terremoto ya estaban en situación muy vulnerable después de haber huido de Siria y depender de la asistencia humanitaria.
“Esta es una situación impactante. Después de 12 años de conflicto en Siria, las mujeres y niñas, desplazadas internas en Siria y refugiadas en Turquía, ya se encontraban en una situación muy vulnerable antes del terremoto. Ahora sus hogares y medios de subsistencia han sido destruidos”, apunta Racha Nasreddine, directora regional de ActionAid Arab Region.
Según Nasreddine, se sabe que las mujeres y las niñas suelen ser las que más sufren durante las emergencias humanitarias. La violencia contra ellas aumenta y están más expuestas a la explotación. Hay un acceso muy limitado a servicios como hospitales, por lo que las mujeres embarazadas corren el riesgo de sufrir complicaciones si no pueden recibir la atención médica que necesitan. Las que están menstruando también tendrán que manejar sus períodos sin los productos adecuados y con muy poca privacidad.
ActionAid está evaluando rápidamente la situación con su organización socia en el terreno y trabajando en su plan de respuesta. Existe una necesidad urgente de espacios seguros a los que puedan acudir las mujeres y las niñas, así como kits de productos para la menstruación.
ActionAid hace un llamamiento a la comunidad internacional para que se garantice que la respuesta humanitaria al terremoto esté adecuadamente financiada, incluida la atención de las supervivientes de violencia de género, y para apoyar el acceso seguro y sin obstáculos de las organizaciones de ayuda a las comunidades más afectadas.